“Non Quero Morrer” es tu primer EP. ¿Qué me podrías contar alrededor del proceso que has seguido?
Digamos que ha sido desigual. Cuándo me decidí a hacer un trabajo largo, que en un primer momento iba a ser un LP, fue porque las canciones ya existían, algunas tenían años –es el caso de “Los Cuervos” o “Hórreo”–, y simplemente necesitaban encontrar su forma final. Dar con Marco Henri, el productor, fue primordial, pues nos resulta fácil trabajar, nos entendemos sin mucho esfuerzo, es como si mágicamente hubiese entendido lo que imagino en mi cabeza y fuera capaz de plasmarlo. Pero después está “Hip0c0ndria” por ejemplo. Yo había decidido que necesitaba un tema con este título y tenia claro su estribillo, pero no tenía nada más. Intercambiamos referentes con Marco, me mandó una primera demo y entonces empecé a trabajar al revés de como suelo: tuve que buscar la melodía para esa base, escribir y hacerlo caber… Fue bastante challenging, a momentos creía que no podría sacar nada que me gustara, pero terminamos sacándolo. Luego “Nana” fue parecido, pero lo más sencillo del mundo: el verano pasado escribí la letra, una tarde volviendo de visitar a mi madrina, y le dije a Marco que quería algo que fuera como una nana. Me mandó al momento algo en lo que llevaba un par de días trabajando, y solo recibirla me puse a cantar esas cuatro frases encima, se lo pasé y le cuadraba con lo que hubiera imaginado, y hale, ya teníamos tema para cerrar el EP.
Has publicado “Non Quero Morrer” con Snap Clap Club. ¿Cuál es la historia detrás de esta colaboración? Y sobre todo me gustaría saber más cosas sobre el formato en el que vio la luz.
Bueno, ya conocía a Snap!, conocía a artistes de su cartera, y cuando el EP fue cogiendo forma quise que lo escucharan, para tener su opinión básicamente, y sin saber muy bien cómo estaba en su terraza una tarde. Dani me echó un par de polas, y creo que oficialmente pasé a formar parte de la familia más cute del panorama musical nacional. Si por el formato te refieres al artefacto que lo acompaña, o mejor dicho, que lo contiene, es un proyecto maravilloso que nace, por un lado, como celebración del décimo aniversario del sello, y por otro de replantear la industria musical en cuanto a lo físico. Dani y Ana se cuestionan, en términos de sostenibilidad y ecología, si los CD’s, los vinilos, etcétera, son realmente necesarios llegados a este punto. Para el mío, fue muy bonito poder trabajar con la artista y artesana María Roy. María y yo ya nos conocíamos, pero hacer coincidir nuestros proyectos fue maravilloso. María ya hace un tiempo que trabaja con cerámica, y lo hace utilizando tierra extraída directamente del suelo (de su patio, del monte, whatever), con lo que hablamos de piezas que pueden volver al lugar del que vienen. Eso me hizo pensar en la urna que nos dieron para las cenizas de mi padre, una urna biodegradable. Pensé si ese podría ser nuestro artefacto, pero como lo de vender urnas para las cenizas nos pareció un poco too much, decidimos que no solo fuera urna, también copa. Para beber licor café, preferiblemente.
A pesar del nombre del álbum, la mayoría de las canciones tratan elementos relacionados con la muerte. ¿Qué te inspira de la muerte? ¿Cuál era tu intención?
No sé si me inspira, más bien me perturba. Siempre lo ha hecho, desde que tengo memoria. No había ninguna intención concreta, supongo que cada une escribe sobre lo que le mueve. Y los últimos años han sido varias muertes las que me han removido. Ahora, tomando distancia, supongo que hay una pequeña parte de exponer esos miedos, de ponerlos por escrito, para poder naturalizarlos. Nombrarlos mucho para acostumbrarse? Quizás.
"Por más que le des vueltas, la identidad como artista se esculpe sola por como suena la canción, por la forma en la que me planto en escena, etcétera"
En una entrevista en Radio Primavera Sound hablas de que te planteaste cuál debía ser tu identidad como artista en solitario, ¿Has llegado a alguna conclusión? ¿En qué se diferencia del resto de tus ‘facetas’?
Al final creo que es un poco inútil obsesionarme con lo de separar facetas. Sorpresa: ¡siempre soy la misma! Por más que le des vueltas, la identidad como artista se esculpe sola por como suena la canción, por la forma en la que me planto en escena, etcétera. Supongo que es un poco de esa obsesión por meterlo todo en cajitas. Así que la conclusión ahora es no planteármelo más.
¿Son los cuervos una metáfora de lo que se sale de la normalidad en la sociedad? Si no es así, ¿qué simbolizan los cuervos?
A ver, con los años ese es el significado que le he otorgado a mis cuervos, sí. Y a las murciélagas. Seres señalados como malignos o peligrosos. Seres de la noche, también, que suele ser el escape para la disidencia. Aunque la verdad sea que en su día la escribí para hablar literalmente del animal, de lo enormes que son (en Australia) y tal. Pero la canción abre el EP porque el cuervo también es augurio, presagio de muerte. La anunciación.
¿Cuáles son las cualidades que ha de tener alguien para convertirse en referente para ti? ¿Quién cumple con los requisitos, musicalmente hablando?
Uf, qué difícil. Supongo que hoy en día sí valoro de un artista su discurso. No es algo que exija, pero sí que agradezco. Hay artistas cuya música puede no ser mi favorita, pero que por su activismo, su posicionamiento, llego a considerar referentes. El otro día vi el clip del primer tema de Bimini Bon Boulash: no sé si la canción es nada del otro mundo, pero me la puse tres veces, sabes? Pero pensando en aquellas artistas a las que suelo llamar referentes, no sé si puedo sacar un patrón. Por lo que considero referente a SOPHIE no es lo mismo que, no sé, lo que me da Ana Belén. Robyn, A. G. Cook, Casey MQ... hay artistas que han sido y serán siempre referentes, otros que marcan más un momento, supongo que por el interés musical concreto.
Es evidente que eres una persona referente en la lucha contra la heteronormatividad. ¿Cómo crees que influye eso en lo que haces? ¿Hay algún aspecto en el que debería influir aún más?
Creo que técnicamente… ¿De ninguna forma? Quiero decir… La disidencia, mi disidencia, no es solo política, no es solo lucha, es mi identidad, sin necesidad de ser todo el rato un statement. Lo que pasa, claro, es que al ser una identidad que cuestiona lo hegemónico, se convierte automáticamente en la resistencia. Somos la guerrilla. Supongo que es innegable que influye en mi trabajo, en mi música, pero, al menos ahora mismo, no lo hace de una forma literal, en el contenido, en las letras. En el caso de “Los Cuervos” ya he contado que la resignificación viene después, yo solo cantaba sobre las aves, literalmente. Luego, con mi propio camino y cuestionamiento del género, le di ese otro matiz. Que suba al escenario con un vestido no tendría que ser solo una acción política, un posicionamiento, es también lo que me apetece, incluso lo que soy. Sin embargo, es cierto que en ocasiones sientes que debes forzarlo. Que tienes una obligación. Así que no creo que deba influir más. ¿Cómo puede influir más siendo algo intrínseco de mi existencia en el mundo, si ya define mi identidad, la forma en que se me lee y la manera en que yo me percibo? Nadie le preguntara a un hombre cis hetero si su identidad de género, que es troncal en su desempeño como persona en la sociedad, influye en lo que hace. Todos sabemos que lo hace, vaya si lo hace, y más veces de las que quisiéramos para mal. Pero es la norma y nadie se plantea que ese tenga que ser su statement contínuo, su posicionamiento, el contenido de su obra.
"Nadie le preguntara a un hombre cis hetero si su identidad de género, que es troncal en su desempeño como persona en la sociedad, influye en lo que hace. Todos sabemos que lo hace, vaya si lo hace, y más veces de las que quisiéramos para mal. Pero es la norma y nadie se plantea que ese tenga que ser su statement contínuo, su posicionamiento, el contenido de su obra"
¿Estás en contacto con otros artistas nuevos que mantienen unos principios parecidos a los tuyos en ese sentido?
Sí, y realmente es algo que me hace feliz. Ver una escena musical nacional llena de disidencia es un orgullo. Bueno, y que muches sean de la familia Snap!, eso es increíble. Bárbara, Megane, Navxja, por no hablar de Evripidis, hermana y amiga que lleva años trabajando por y para la escena queer underground del país. Soy muy fan de todes elles. Fera, Bonitx, les chiques de interrogación amor, LVL1... ¡Hay un montón! Y creo que todes estamos trabajando en estos momentos por crear lazos, por estar más unides. Luego está La Dani, que la quiero con locura, aunque no sé si cuenta como artista nueva, que ya lleva años haciéndonos felices. La verdad es que pensaba en varia gente que ya no son artistas nuevos: que Chenta [Putochinomaricón] y Samantha [Hudson] lo peten es algo muy, muy bueno.
De la mano del hyperpop viene el auto-tune. Su uso se ha normalizado más en los últimos años, sin embargo, hay quien le quita mérito a quien lo usa. ¿Crees que se infravalora la música producida con auto-tune, así como el popurrí de letras cotidianas que triunfa en el panorama español?
Obviamente. El pop siempre ha sido desprestigiado. Cuando una pop-star aparecía haciendo playback se la denigraba. El auto-tune está recibiendo el mismo hate. Estamos en 2021, no podemos valorar la música bajo las mismas premisas que hasta ahora. Justo hablaba de eso con Chenta hace unos días: ¿Aplaudir solo lo que se entiende por virtuosismo musical? Qué aburrido, chica. Y ojo, que eso no significa que no lo podamos disfrutar también. Pero si la performance de une artista te mueve, te interpela, ¿qué más da de qué artificios se valga? Y no hablemos de la forma en la que la tecnología, la edición de la voz, puede utilizarse magistralmente como herramienta interpretativa: en 2017 Hannah Diamond con su EP “Soon I Won’t See You At All” y Charli XCX con varios de los cortes de “Pop 2” nos hicieron estremecer. El auto-tune o pitchear la voz hasta extremos inhumanos. Como fan de Mariah, me emociono igual con sus ‘wistles’ extraterrestres que con cualquier juego artificial. Y lo mismo con las letras. Cuando Bad Gyal dijo “jo em sentia una merda, ara sóc un exemple”, que quieres que te diga: no será, qué sé yo, Góngora, pero si a mí me ha llegado, si aún me mueve algo escucharla, ¿por qué comparar? Y me estoy yendo solo a lo emocional porque soy una Piscis, pero es que “te saco la leche en el Porsche” es pura poesía y me callo ya.
¿Qué te gustaría trabajar después de “Non quero Morrer”? ¿Qué se viene en la segunda parte del EP?
Pues en realidad la continuación a este EP ya existe. En un primer momento, este EP inicial iba a ser un LP, así que ahora, en principio, se vendrán algunos de los temas que quedaron fuera. Me gustó separarlo por EP’s, porque si bien este primer trabajo se quedaba en la negación, el miedo, etcétera, me gusta pensar en este siguiente como el lado más positivo, como lo que ha venido después de las muertes: el recuerdo y entender que hay cosas, seres, momentos, aprendizajes, que no desaparecen. Todo aquello que heredas, que te quedas contigo, de aquelles que se van. A nivel de sonido, también me gustaría que hubiera más luz, pero justo hemos empezado a trabajar ya en una canción nueva, y lo oscurete sigue allí, sorry [risas]. Pero también me gustaría implicar a otres productores, en ello estoy también.
Formas parte del cartel del festival Eufònic. ¿Cómo será tu actuación allí y qué repertorio presentarás?
Pues la verdad que mi directo actual plasma un poco esta secuencia de la que hablaba, que no deja de ser mi propia experiencia con la muerte, el camino o el puente que va de la oscuridad a la luz; soy un cliché con patas, un guion de Tim Burton [risas]. Soy muy de hablar en los conciertos, de contar, de situar, hay mucho humor, también mucho de bailar, de sudar. El repertorio incluye, obviamente, los temas del EP, pero también algunos todavía inéditos que ya hemos ido presentando en directo, además de alguno antiguo reformulado, pero para el Eufònic vamos a presentar también el nuevo tema en el que estamos trabajando, que sinceramente me encanta y tengo muchas ganas de enseñarlo.
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