“En la música, la perfección no puede ser la meta”
EntrevistasAkatz

“En la música, la perfección no puede ser la meta”

Sergio Iglesias — 31-10-2021
Fotografía — Txus Veneno producciones

Uno de los acontecimientos musicales del año en Euskal Herria debería ser, sí o sí, la publicación del nuevo disco de Akatz, una banda que, a pesar de llevar casi 30 años al pie del cañón, se suele tomar su tiempo a la hora de presentar material inédito… supongo que ese es uno de los problemas de ser familia numerosa: poner de acuerdo a todos los miembros del clan. Pero, por fin, ha llegado "YuYu", el nuevo disco de Akatz, editado por Brixton Records y en el que la banda sigue experimentando con todo tipo de sonidos jamaicanos y que muy pronto podremos empezar a disfrutar en directo.

De momento, hemos estado charlando con Íñigo Elexpuru, batería de la formación, para que nos cuente más cosas sobre este "YuYu".

Por fin está en la calle vuestro nuevo trabajo, "Yuyu", que ha tardado casi dos años en ver la luz desde que lo grabasteis, allá por Noviembre de 2019…
Pues mira, aunque suene raro teniendo en cuenta lo que hemos pasado, se podría decir que hasta hemos tenido suerte de poder pararlo. Realmente, el disco tenía que haber salido para abril o mayo del 2020 y pudimos guardarlo hasta ahora. Akatz somos una banda a la que nos cuesta bastante grabar LPs, porque todos los pasos que damos se votan entre los nueve, y también porque todos hacemos canciones y somos bastante perfeccionistas; así que, como nosotros hacemos los discos para poder presentarlos en directo, porque nuestra música está enfocada al baile y a la fiesta en vivo, decidimos no sacarlo y esperar a ver qué pasaba. Lo hemos llevado mal, porque habíamos invertido mucho de tiempo y dinero en este disco, pero bueno… mejor que salga tarde a que tengamos que tirarlo a la basura.

¿Habéis aprovechado este tiempo de pandemia para retocar cosillas?
No, el disco está como quedó, sí que hemos ido modificando o retocando el orden de las canciones y ciertos detalles artísticos, y para eso nos ha venido muy bien ese tiempo de más.

Me comentabas que sois un grupo que tarda mucho tiempo en grabar discos nuevos, pero, sin embargo, en estos casi 30 años de carrera siempre os habéis mantenido vivos y trabajando ¿no?
Sí, además, entre disco y disco solemos publicar los ‘A go go’, vinilos de 10’’ con covers adaptados de otros artistas que hacemos para divertirnos y para ofrecer cosas interesantes a nuestros seguidores.
Pero la base del funcionamiento de Akatz es el ensayo semanal, y eso se respeta siempre. Lo que ha pasado con este tema del confinamiento ha sido que, como cada uno vivimos en un sitio, Donostia, Santander, Bilbo, Sopela, Bakio… era imposible juntarse para ensayar ni hacer nada, así que lo que hemos hecho ha sido otro tipo de cosas.

En esta ocasión habéis grabado parte del disco con Kaki Arkarazo. ¿Por qué decidisteis ir a los Estudios Garate esta vez?
Nosotros, la verdad es que, en este aspecto, hemos estado siempre muy bien rodeados. Habitualmente, hemos trabajado con Rober Sánchez, músico y productor en A-Lone Ark Muzik Studio, que es el máximo exponente de la escena reggae del estado, y con quien yo llevo trabajando como batería de estudio desde 1998; lo más natural para nosotros es grabar con él porque es un tipo que controla absolutamente todas las facetas de la música jamaicana. Pero en este caso, aunque Rober ha mezclado y ha grabado parte del disco, otra parte la hemos hecho en Garate, porque queríamos grabarlo conviviendo juntos allí durante varios fines de semana.
Kaki Arkarazo, además, es un absoluto mito de la música y un productor acojonante, y el estudio es inigualable en cuanto a la acústica. Nosotros grabamos siempre en falso directo en tres fases: por un lado, las bases de piano, guitarras, batería, por otro los metales y luego las voces. Y para esa química y esa energía que nos gusta plasmar, era perfecta la acústica que tiene el estudio, porque todo suena fenomenal… aparte, obviamente, de la mano de Kaki y Martxel Arkarazo, que lo tienen dominadísimo todo.

¿Tuvo alguna influencia en el resultado final del disco?
A nivel artístico, somos una banda que deja poco margen a las injerencias, porque llevamos todo bastante hablado entre todos; sí que ha podido aportar algunos detalles de tempos o así, pero poco más. En la grabación, un productor te da consejos sobre la marcha, pero a nivel de arreglos y composición, ese trabajo se lo dejamos a Rober, que es el que decide, siempre con nuestro beneplácito, porque es un maestro de las armonías y de los arreglos y tenemos una confianza ciega en él.
Así que, lo que hemos hecho ha sido grabar todas las bases y la voz de Bita con Kaki, pero los arreglos de guitarra, los pickings, la percusión y los coros los hemos grabado donde Rober. Finalmente, la masterización la hemos hecho con Ibon Larruzea, que fue miembro fundador de Akatz, en Euridia, uno de los mejores estudios de mastering. Como te decía, estamos muy bien rodeados.

En cuanto al sonido, ¿no os cansáis de seguir experimentando después de tantos años?
Nunca. A nosotros nos gusta la música jamaicana porque en los 70, ellos mismos pasaban por su filtro todo lo que les llegaba de Estados Unidos y Cuba, y lo fusionaban con sus sonidos del Caribe… pues nosotros hacemos exactamente lo mismo: utilizar el reggae o el ska como soporte para dar salida a todas nuestras influencias que son muchísimas: el jazz, el punk, el swing, el rhythm and blues, el calipso, el mambo… y la jota aragonesa, si hace falta (risas); lo que nos gusta es utilizar las bases y el lenguaje jamaicano para fusionarlo con todo lo que nos apetece.

"Utilizamos el reggae o el ska como soporte para dar salida a todas nuestras influencias que son muchísimas: el jazz, el punk, el swing, el rhythm and blues, el calipso, el mambo… y la jota aragonesa, si hace falta (risas)"

En este disco, destaca especialmente la presencia del jazz en los teclados y los pianos en temas como ‘La factura’, ‘Multa o bronca’ o ‘Mi otro yo’… ¿Ha sido intencionado resaltar esa faceta?
Lo que ocurre es que las bandas, al final, se nutren de sus componentes y Andrés Navascuez, que ya lleva unos diez años con nosotros, tiene una maestría de piano clásico, ha hecho la carrera en Musikene, y ha influido mucho en nuestra forma de hacer las canciones. Cuando tienes un músico como él, que tiene unas ideas tan preclaras sobre qué tipo de arreglos le pueden ir mejor a las canciones, eso hay que aprovecharlo.
De todas formas, intentamos no pasarnos con el tema, pero sí dar ese toque “jazzy”, porque a nosotros lo que siempre nos ha gustado es el ska jazz más que el ska punk, más The Skatalites que el two tone de The Clash o Madness… que también nos gustan ¿eh? Pero el ska que nos emociona es el del 66 ó 68, que eran músicos de jazz haciendo ska.

Otra cosa a resaltar es la importancia que dais a todos los demás aspectos del disco, aparte de lo musical, como son la presentación o el diseño…
Nos gusta mucho cuidar todos los detalles. La sesión de fotos y el videoclip que presentaremos con el disco los hicimos con Txus Veneno producciones y estamos muy contentos con el resultado, porque han hecho un trabajo alucinante. La foto de la portada, además, la ha intervenido Markel de Smoke Signals, un tipo de Gernika que ha hecho carteles para Porco Bravo o Capsula, y que también hace murales… vi una exposición suya en el K2 y le contacté para el disco y ha añadido detalles a la foto, ha modificado el logo para darle ese rollo vudú… como te decía, estamos muy contentos con el trabajo de todos.

¿Crees que la gente joven da valor a todos estos aspectos, como el de sacar la música en vinilo, o eso es una cosa que se acabará con nuestra generación?
Hombre… está claro que a nosotros nos gusta el formato físico, cogerlo, leer las letras, saber quién ha hecho el trabajo, pero bueno… son temas cíclicos y parece que la venta de vinilos sigue subiendo. Al final, todo esto es una forma de dar un valor extra a lo que haces, es muy costoso y tienes que tener muy claro que lo quieres hacer porque, para nosotros, sería mucho más sencillo hacerlo en digital y que el que quiera lo descargue, pero no es lo mismo. Seguimos confiando en ello, es lo que nos gusta y sabemos que la gente que escucha esta música lo valora, porque también se pincha mucho en sesiones, y tenerlo en formato vinilo ayuda.

Para rematar, qué mejor discográfica para sacar el disco que Brixton, que siempre ha destacado por su catálogo de ritmos jamaicanos ¿no?
Antiguamente, ya estuvimos con ellos también en el management, y cuando hicimos el disco se lo ofrecimos a varias discográficas, y el que más apostó por ello fue Xabi de Brixton, que creía que tenía que tener a Akatz en su catálogo, y finalmente se ha quedado con el disco. Una cosa importante que también me gustaría valorar es que hemos trabajado a kilometro cero, todos son de aquí: Garate, Smoke Signals, A-Lone Ark Muzik, Txus Veneno, Brixton Records, Euridia… Estamos convencidos de que ya no hay que salir fuera para hacer discos, ya que, tanto musical como técnicamente, es alucinante el nivel que hay aquí, en cualquier género.

¿Cómo lleváis los preparativos de los conciertos de presentación?
Está siendo un poco duro preparar el repertorio nuevo, porque llevamos unos cuantos años con un setlist con pocas modificaciones, y ahora hemos decidido cambiarlo por completo, metiendo las del disco nuevo y clásicos diferentes a los que solíamos tocar. La idea es presentar el disco en Bilbao y, a partir de ahí, arrancar la gira y presentarlo en todos los sitios que se pueda. También tenemos una gira pendiente en México y nos gustaría hacer algún festival en verano.

"YUYU" TEMA A TEMA

"Watermelon woman", para abrir boca… Es un tema de nuestro bajista Alberto Coello, el abuelo. Era un poco un cachondeo con el "Watermelon man", de Herbie Hancock. Es un instrumental clásico de ska jazz bastante elegante que, en su momento, ya grabamos en México en un estudio, pero que teníamos guardada para abrir este disco.

"YuYu", la que da título al disco… Cuando empezamos con la composición de la canción nos dimos cuenta de que la intro de bajo y piano tenía un toque tenebroso, así que decidimos ir por ese lado, y Oliver Munilla, nuestro trompetista y letrista oficial, sacó esta letra sobre un chico que liga con la hija del enterrador… cosas graciosas que nos gusta hacer de vez en cuando, porque esto es para divertirse. Es un ska muy tirado para atrás, onda 60’s jamaicana, como cadencioso y yendo hacia ese rollo tenebroso con notas menores.

"La misión", un tema curioso con esos sonidos de iglesia, ¿tiene algo que ver con esta sociedad actual en la que todo tiene que ser perfecto? El nacimiento del ska tiene mucho que ver con los grupos de gospel y el rollo eclesiástico en Jamaica, igual que el blues en Estados Unidos. Este tema es de los primeros que teníamos y nos hacía gracia la entrada de esos pianos tipo “pussycat” y, cogiendo eso, hacer una letra sobre nuestra misión. Lo explico: “Akats” significa “error” en euskera, así que, de entrada, el nombre de la banda, Akatz con “z” ya es un fallo, aunque también es un homenaje a la Isla de los conejos, que está al lado de San Juan de Gaztelugatxe. Por todo esto nos autodenominamos “los evangelistas del error y misioneros del fallo”, y aprovechamos para criticar esa supuesta perfección en la música, que está sobrevalorada totalmente… la música no tiene que ser perfecta y esa no puede ser la meta, la música tiene que ser algo orgánico y que te llegue. Pero sí que también tiene que ver con lo que dices tú, que vivimos en el mundo de lo superpoliticamente perfecto.

"Mal contigo y sin ti", ¿la historia de la humanidad? Si no me equivoco, es un tema que hizo Oskar Redondo, nuestro saxofonista, que empieza como una especie de tango que pasa a un skinhead reggae. La temática, efectivamente, es la típica insatisfacción humana del “ni contigo ni sin ti”.

"El luchador". Me ha parecido que, al final de la canción, hay un homenaje al gran púgil Kerman “El revólver” Lejarraga? Sí,sí, hay algo de eso. En la banda hay varios fans del boxeo. La idea era hacer un mento jamaicano con un punto caribeño e ir, todavía más, hacia la raíz de la música jamaicana que hacían antes del ska. También es un pequeño homenaje a un mento clásico como es ‘The Young killer’. Y en cuanto a lo que dices, varios de nosotros somos de Bakio y hemos tocado muchas veces en fiestas de Morga, y que salga un boxeador de allí, como Kerman, nos hacía mucha ilusión.

"Nos autodenominamos “los evangelistas del error y misioneros del fallo”, y aprovechamos para criticar esa supuesta perfección en la música, que está sobrevalorada totalmente…"

"Gau basatia", el único tema en euskera… Esta es una canción de Borja Goñi, nuestro guitarrista que, al final, también la hemos llevado a una especie de mento – calipso. Habla de eso, de una noche salvaje… temática de diversión nocturna con un rollo un poco sensual y en euskera, porque siempre estamos como en tierra de nadie: no somos muy euskaldunes para los euskaldunes, pero somos muy euskaldunes para los no esukaldunes, igual que en la música no somos muy punkis para los punkis, pero somos demasiado punkis para los que no les gusta el punk… todo eso no nos importa mucho, pero, como te digo, sí que nos apetecía reivindicar nuestro papel como banda euskaldun.

"Mi otro yo", uno de los temas más especiales del disco, sin duda… Es un tema de Oskar que tiene una intro chulísima de Andrés, un rock steady muy cadencioso, muy bonito…y una de las canciones con las que más contento me he quedado con mi trabajo en el disco. Habla sobre esas personas que, cuando beben, se transforman y se pone un poco peleona y tienen una especie de conversación con ellos mismos… Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

"No te saldrá bien", también con toques góspel. En esta yo compuse la música y la melodía de voz y la letra la hizo Oliver. Un ska un poco “gospeliano” que habla sobre una chica a la que le abandona su pareja y además la quiere seguir manipulando… historias de chica-chico (risas).

"Multa o bronca", ¿una historia real? Es un skinhead reggae que es, para nosotros, un ritmo intermedio más rudo o más punk. Y sí, viene de una historia real de cuando nos paró la Guardia Civil volviendo de un concierto… y la cuestión es esa: si me vas a echar el rapapolvo, no me pongas la multa, y si me la vas a poner, no te aguanto el rapapolvo: “Multa o bronca, pero nunca las dos”…

¿Y librasteis? Nos ha pasado un par de veces y creo que en una nos dejaron ir y en otra nos crujieron (risas).

"Charla ligera", la típica conversación de ascensor... Es un tema muy divertido de nuestro teclista Andrés, éste sí que no es un ska muy clásico porque tiene una estructura de línea de bajo y piano bastante estática. Es como dos canciones en una, y habla sobre este rollo de las conversaciones por compromiso, y que estamos hasta los huevos de ser políticamente correctos… muchas veces nos gustaría, o estar callados, o decir a la gente lo que pensamos, aunque, si hiciéramos eso, probablemente nos quedarían pocos amiguetes (risas).

"La factura", tema social… Es el tema más “two tonero”, o más de ska moderno que tenemos en el disco; empieza con un juego como de música carcelaria, tipo “prison songs” que a mí me tenía un poco obsesionado, y el bajista y Oliver hicieron el tema como si nuestro carcelero fueran todas esas obligaciones burocráticas y toda esa lacra de hoy en día.

Y terminamos con otro instrumental: "Toni Napoli". Es el tema más diferente y más especial del disco, porque es un instrumental que, al principio, parece “Vacaciones en el mar”, con ese rollo naif de los 80 y, de repente a mitad de la canción, entran los metales y parece otro tema. Creo que ha quedado muy chulo y Rober nos dijo que había disfrutado mucho mezclándola.

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