A lo largo de estos temas, el compositor vasco se revela como uno de los músicos más espontáneos y fascinantes a la hora de lograr unas canciones cambiantes y atípicas, donde los paisajes post rock se funden de buena forma con la expresividad propia de los silencios, el imaginario jazz o los puros momentos de tormenta sonora. Dando el primer paso hacia esta nueva concepción musical con la composición de la BSO del film “Markak” de Hannot Mintegia hace unos meses, en esta ocasión ha encontrado una mayor libertad con la que explorar unas canciones repletas de entresijos y detalles por descubrir en cada escucha. Aprovechando lo reciente de este lanzamiento y su presentación el próximo viernes 1 de noviembre en el BIME Live, entrevistamos al compositor guerniqués.
Tras bastantes años mostrándonos las composiciones de tu proyecto electrónico El_Txef_A, últimamente te encuentras más centrado en tu cara más orgánica firmando los temas con tu propio nombre. ¿Tratas de buscar un equilibrio entre ambos proyectos o ahora mismo estás totalmente centrado en esta nueva etapa?
Ahora mismo estoy totalmente centrado en todo lo relacionado con el nuevo disco y las giras como Aitor Etxebarria. Es verdad que me siguen llamando para actuar como El_Txef_A y cada vez que tengo un hueco me gusta seguir tocando, viajando en solitario… pero la mayoría de la energía está centrada en este “Nihilism Part 1” y en trabajos nuevos para cine.
Resulta llamativo como tus dos proyectos parecen diferir en forma mucho entre sí. ¿Sientes que lo que haces bajo el alias de El_Txef_A converge de alguna forma con las canciones expuestas más recientemente?
Creo que uno de los momentos más importantes para el cambio fue el poder haberme centrado durante un año entero en la composición para la banda sonora del film “Markak”. Con El_Txef_A todo fue muy rápido. Cuando me di cuenta tenía 2 álbumes, varios EPs, giras por todo el mundo… Todo ello casi sin tener tiempo para ponerme a pensar en nada más que seguir con esa energía.
En 2016 tuve el placer de parar para comenzar con las composiciones del film y la verdad es que encontré el momento adecuado para dar pausa y lanzar algo con un planteamiento más relajado, más maduro quizás.
Creo que nunca paramos de aprender en la vida y esto que lanzo ahora no es nada más que Aitor Etxebarria en este momento exacto.
Retomando un poco lo logrado con la BSO de la película “Markak”, en esta ocasión has regresado con un trabajo que está desligado al mundo cinematográfico. ¿El hecho de no estar influenciado por el hilo conductor de un film te hizo pensar en los temas de una forma muy diferente?
“Nihilism Part 1”, es un disco largo con composiciones trabajadas desde 2014 hasta 2019. Nihilism es una palabra que ha ido apareciendo en mi vida y llamándome la atención una y otra vez, hasta que he terminado con un montón de libros relacionados encima de mi mesa de noche.
Está claro que el disco es más personal que “Markak” al no estar influenciado por una película. Recuerdo estar en un febrero lluvioso de 2014 en el estudio y componer el primer borrador de “Can’t See Nobody”, segundo track del álbum, y sentir que un nuevo disco acababa de comenzar a brotar. Todavía se me ponen los pelos de punta al recordar ese momento.
Relacionado con lo anterior, a la hora de componer los temas de este “Nihilism Part 1”, ¿hubo alguna temática que resultase inspiradora o más bien todo surgió en torno a una exploración sonora?
La búsqueda de una estética sonora durante estos cinco últimos años ha sido importante. Existe un culto al silencio, vacío y a lo que no se percibe. He ido componiendo muchos borradores durante estos últimos cinco años con una idea en la mente y estos nueve tracks son los elegidos para este “Nihilism Part 1”.
"La búsqueda de una estética sonora durante estos cinco últimos años ha sido importante. Existe un culto al silencio, vacío y a lo que no se percibe"
Algunos puntos del trabajo llaman la atención por la gran tensión y crudeza contenidas, como puede ser el caso de “Awakening To Archaic Values”, donde incluso se cierra el tema con un grito desgarrador. ¿Desde el principio tuviste claro que estas composiciones te pedían desatar todos los demonios?
Esta canción en concreto surgió de los directos que estuvimos haciendo con la gira de “Markak”. Comenzó como un “outro" de una de las composiciones y cada vez nos poníamos más salvajes en directo con este final y lo estirábamos muchísimo hasta que decidí que se merecía su lugar en el disco también. Es una de mis favoritas en los directos.
Lo grabamos todos los músicos juntos en la sala principal del estudio, como un directo, y esta es la primera toma de todas. El del grito desgarrador soy yo saliendo de un mantra muy enérgico, me salió de dentro, y lo decidimos dejar ahí. Con cascos se aprecia muy bien la locura que sentimos desde dentro.
Resulta realmente difícil poder encajar este trabajo en un género o en una vertiente determinada, ya que nos encontramos desde post rock hasta ciertos atisbos jazz como puede ocurrir en “Untitled 1”, sin dejar de lado una cara más de música de cámara. ¿Desde dentro sientes que tus composiciones pueden transitar por territorios musicales muy diversos?
Desde dentro, al estar muy metido en el proceso creativo, yo no veo tan lejanas las composiciones unas de otras pero soy consciente de que a primera escucha el público quizás note muchos matices y colores diferentes. Creo que la estética sonora es el hilo conductor predominante en este disco. La sonoridad y el vacío son vitales para entender este álbum.
Nos podemos encontrar una pieza de piano y diseño sonoro o jazz excéntrico pasando por una balada rara y retorcida junto a Elena Setién o neo-clásica hostil… pero en cuanto le pegas unas cuantas escuchas entras muy dentro de la obra.
Los juegos vocales presentes a lo largo del trabajo también acaban teniendo su cierto protagonismo, integrándose perfectamente a la parte instrumental. ¿La introducción de cada fragmento vocal a lo largo del trabajo fue muy premeditada?
En esta ocasión hay bastantes canciones con partes vocales, pero a la vez son muy mínimas las partes donde se canta. En el primer track “Vacant”, por ejemplo, tenemos cuatro minutos de una composición para piano y diseño sonoro donde parece que la obra es instrumental y tan solo al final aparece un mínimo canto diciendo en el silencio “There is space , inside you again, you are finally there, goodbye despair”.
Tras girar con banda comencé a cantar en los directos y ya en este disco y en la gira aparezco como cantante principal. Quizás me quité las barreras que mentalmente me puse en un pasado no muy lejano.
"Creo que la estética sonora es el hilo conductor predominante en este disco. La sonoridad y el vacío son vitales para entender este álbum"
En “Eterno Retorno”, el tema final y más extenso del disco, logras un inicio de lo más tenue donde por momentos solo aparece cierto ruido de fondo. ¿A la hora de lograr este inicio te decantaste por grabar sonidos ambiente o empleaste otro tipo de efecto para conseguirlo?
“Eterno Retorno” fue una de las canciones más complicadas para grabar en el estudio. Cree un borrador muy mínimo pero tenía todo en la mente. El comienzo al que te refieres, gran trabajo lo hizo el ingeniero de audio Jose Lastra con el que siempre trabajo para mis álbumes. Él siempre sabe lo que quiero, lo que suena son los martillos del Rhodes clásico pero todo ello pasado por unos pedales muy típicos de la época más grunge como el “Electro Harmonix The Clone Theory 1970”.
Luego gran parte del mérito de la canción es del gran cellista Eñaut Zubizarreta y el siempre brillante Amorante, logrando fundirse en unos dibujos increíbles de cello y trompeta durante largos minutos.
He tenido suerte de contar con músicos y músicas excelentes como Hasier Oleaga, Jatsu Argarate, Irene Prieto, Hibai Etxebarria, Hannot Mintegia, Elena Setién o los anteriormente mencionados Eñaut y Amorante.
Imagino que a la hora de grabar un trabajo tan rico en matices y con tantos instrumentos, el control sobre cada uno de ellos ha debido de ser máximo. ¿Consideras que el proceso de grabación fue bastante extenuante o jugaste también con la parte más espontánea en la interpretación de las piezas?
Como en otras ocasiones antes de entrar a grabar, en mi propio estudio ya tengo unos borradores bastante claros en cuanto a sonoridad y estética general, pero es verdad que luego en el estudio todos juntos pasan cosas mágicas y hay que estar bien lúcido para no dejar escapar nada.
Soy bastante espontáneo en general y me gusta que la gente que colabora aporte para mejorar el conjunto. Hubo momentos míticos como una improvisación de mi hermano Hibai Etxebarria en un piano desafinado a las tres de la mañana, un Amorante muy inspirado siguiendo a primera toma al audio del cello o Hannot con un destornillador rasgando las cuerdas de su guitarra roja ya más que mítica.
Algo que también llama mucho la atención es la irregularidad de la duración de los diversos cortes del disco. ¿En algún momento se presentó algún problema relacionado con la duración total y su grabación en el formato de vinilo de 12” en el que verá la luz?
No, no ha tenido nada que ver el tema del 12” con las duraciones, siempre me han gustado tanto los discos punk que tienen canciones de 45 segundos como discos más densos con canciones de 20 minutos. No me gustan los estándares y no me fijo en ellas, así que sale lo natural siempre.
"Quizás me quité las barreras que mentalmente me puse en un pasado no muy lejano" (sobre cantar en los directos)
A tenor del nombre de este trabajo, en el que indicas que es la primera parte, podemos deducir que habrá más entregas. ¿Tienes en mente como va a ser la secuencia de trabajos que publiques asociados a este “Nihilism Part 1”?
Todavía no tengo claro cuando ni como, ni si saldrá una segunda parte. Estas son las canciones elegidas de un montón de borradores que he ido componiendo estos últimos cinco años.
La mente no para y me he hecho alguna idea pero por ahora me quiero centrar en la gira muy interesante que estamos cerrando para este disco y un proyecto muy importante que estamos trabajando para principios de 2021.
En los últimos meses has estado trabajando junto a la percusionista escocesa Evelyn Glennie en la película “Mirrors of Sound” de Natalie Kadas. ¿Fue una tarea sencilla unir las ideas que todos teníais de cara a la BSO de la película?
La llamada de Natalie Kadas desde Londres ha sido una de las alegrías más importantes de este último año la verdad. Mute desde Londres me comento que Natalie quería trabajar conmigo para su siguiente película y la emoción fue enorme.
Luego ya cuando Evelyn Glennie, ganadora nada más y nada menos que de tres Grammys y colaboradora de Björk o Mark Knopfler, comentó que quería co-componer conmigo la banda sonora de la película, sentí que me estaba ocurriendo una de las cosas más grandes de mi carrera sin lugar a dudas.
Las primeras sesiones de composiciones en Londres con Evelyn y la directora Natalie Kadas han sido muy interesantes y ahora estamos en proceso de escuchar las grabaciones que hicimos….
El trabajo ha sido muy fluido con mucha comunicación online al principio y luego una muy buena comunicación personal en Londres. Natalie tiene muy clara la estética artística e su film y eso nos ha ayudado mucho.
La puesta de largo en directo de estos temas será en la próxima edición del BIME Live. ¿Acudirás con un formato de banda bastante extenso o más bien te limitarás a las partes más intimistas que aparecen en el disco?
Sí, tenemos muchas ganas del concierto en el festival BIME. Para este directo iremos cinco músicos. Habrá partes íntimas y ásperas como en el disco, pero también habrá hueco para las partes más duras. No voy a contar más (risas).
Estamos ensayando mucho para comenzar la gira potentes y seguro que el BIME será un punto de partida perfecto.
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