Tres soleados trallazos marca de la casa que, cada una a su manera, tocan la fibra sentimental de principio a fin. Sin lugar a dudas, con más de 25 años de carrera a la espalda, son una de las bandas nacionales que mejor maneja esa alquimia pop de fundir vivencias cotidianas que nos unen y calan hasta los huesos en una canción.
El paso del tiempo y las cosas que borramos (pero reflotan) para seguir adelante. Radiante power pop a corazón abierto. Lo que fue, lo que pudo haber sido y lo que será… Historias personales y sinceras que vuelven a situar a Adolfo, Pepe y José Andrés, Airbag, en esa cresta de la ola sonora que surfean como nadie.
Hablamos con Adolfo de esa “vida extra” que ganamos tras “dejar atrás” una ruptura sentimental, de la poética de lo cotidiano de la que se nutren las canciones de la banda y de mucho más.
Por la calidad que tienen y lo trabajada que están, podían haber compartido surcos con las once canciones de “Siempre Tropical”. ¿Se quedaron fuera o se fraguaron después del álbum? ¿Cómo nacen estos tres temas y la idea de reunirlos en este EP?
Son tres canciones que llegaron un poco tarde a la grabación del disco, estaban sin terminar, solo estaban más o menos clara las bases, pero faltaba todo lo demás, letras, arreglos, etc. Así que aprovechamos que estábamos en el estudio para adelantar trabajo y grabar ya las baterías y el bajo. Decidimos dejarlas para un EP, además nos gustan los discos cortos y no queríamos meter más de 10 canciones en “Siempre Tropical”, al final metimos 11 porque “Todo Mal” dura 27 segundos.
Este nuevo trabajo ve la luz poco antes de San Valentín, “día de los enamorados”, con dos zarpazos de luminoso power-pop directos al corazón. Primero, la titular, “Vida extra”, ese recuerdo imborrable de aquel gran amor que, aunque nos quede el resquemor amargo y nuestra memoria quiera rehuir de ella o él, siempre termina por reflotar cuando menos te lo esperas…
Sí, la canción habla en parte de amor, pero en realidad tiene como tema principal el paso del tiempo, cómo te cambia la perspectiva de las cosas, incluso de aquellas que en un pasado significaron mucho. El paso del tiempo es un tema que, a cierta edad, empieza a preocupar mucho. Y creo que es honesto hablar siempre de lo que a uno le preocupa de verdad. Cuando se expresan sentimientos personales reales y logras plasmarlo bien en el texto, las canciones suelen ser mejores.
"Me jode que el tiempo haga borrar o ver de forma muy diferente cosas que en su momento fueron importantes"
Tengo que confesar que, tras escuchar la canción “Vida extra” varias veces, me acordé de nuevo de aquella genialidad de Charlie Kaufman y Michel Gongry, “Olvídate de mí” (2004). Es curioso el “mecanismo de defensa” que tenemos, por un lado, querer borrar los recuerdos de esa persona que quisimos, pero terminó por defraudarnos o hacernos daño de alguna manera; y, por otro lado, inconscientemente, sabemos que lo positivo que vivimos juntos, pesa e importa mucho más que cualquier otra cosa… o, incluso, “en el peor de los casos” (si no hay vuelta atrás), aún seguimos queriéndola…
Sí, en realidad, la temática de “Olvídate de mí” la veo más conectada a otra canción nuestra anterior, del disco “Cementerio Indie” (19), “Memoriax 500”, que habla de un medicamento que borra de la mente recuerdos de forma selectiva. No nos gustan las típicas canciones de amor/desamor sin más, nos gusta buscar la vuelta de tuerca y conectarlas a nuestro mundo; y en nuestro mundo de cultura pop, el cine está muy presente, aunque en el caso de “Vida Extra”, no está pensada con ninguna referencia exacta de ningún libro o película, el título puede que sea lo único que tiene una intención, un guiño a la cultura retro.
Dicho lo anterior, me encanta de “Vida extra” como describís aquella relación que nos marcó tanto entonces, y que, ahora, con la distancia del tiempo, esos recuerdos no encajan y ya “no tenemos nada que ver”, modas olvidadas “como te he olvidado a ti”, o ese “ahora casi ni recuerdo las pecas de tu nariz”. Pero, ¿realmente se puede olvidar todo eso? ¿O en realidad la vida extra que estamos viviendo, irremediablemente, está marcada por esas “tantas cosas que hicimos juntos por primera vez”? Explosivo bucle pegadizo con el que cerráis la pieza…
Se puede olvidar porque veo que pasa, a la gente le pasa, a mí me pasa, me jode que el tiempo haga borrar o ver de forma muy diferente cosas que en su momento fueron importantes, igual no le pasa a todo el mundo, pero por los comentarios que veo, es frecuente. Yo creo que tendemos a recodar más las cosas malas y a veces olvidamos las buenas, creo que es injusto, a la larga hay que intentar sacar lo bueno de cada momento o cada etapa de la vida. La canción tiene ese final porque intenta resaltar eso que, incluso en algo tan lejano que has casi olvidado, hubo momentos importantes que nos marcaron. Nos gusta hacer de vez en cuando canciones que tengan una especie de “punch line” final, un epílogo que sentencie lo que has querido ir explicando antes en la canción. Así son los finales de “La Estrella de la Muerte”, “Marcas en la Hierba”, “Phantasma” o “Eleven & Mike”, ya es casi marca de la casa.
El siguiente corte, “Cementerio de Parejas”, deja menos rendijas para que se cuele la esperanza de todo amor sano y soñado, a base de la gris monotonía que vemos de cerca y de lejos en muchas relaciones de pareja, muertas en vida por la rutina, la dejadez y la incomunicación… Con frases afiladas como: “Cementerio de parejas, sólo siguen por inercia”, y un contundente estribillo: “Sólo quedarán calaveras nada más, sólo quedarán esqueletos nada más”.
Sí, la letra es pura realidad, es la descripción de un lugar que existía en Málaga, un restaurante chino de barrio donde literalmente había ese ambiente siempre, íbamos allí a beber cerveza porque estaba cerca de una sala de conciertos y lo veíamos. Otra forma de escribir canciones que a mí personalmente me gusta mucho es imaginar las historias de la gente. Allí te dabas cuenta de que siempre iba la misma clientela, parejas tristes del barrio que sólo salían los sábados, siempre al mismo sitio, piden lo mismo, sin casi hablar, transmitiendo aburrimiento y rutina. Creo que la canción lo refleja bien, nos flipan las canciones que hablan de lo cotidiano, en cada persona que anda por la calle hay una canción.
Ahora ese lugar está derruido, pasamos por ahí el otro día al tocar en La Cochera Cabaret, y ahora lo de “solo quedarán esqueletos, nada más” cobra aún más sentido.
Sin abandonar la actualidad y tirando de ese hilo del querer con espinas que recorre “Vida Extra”, vuestro anterior trabajo, “Siempre Tropical”, comenzaba con otra pieza cumbre de amor pop, “Finales Alternativos”, tan planetaria que invitasteis a vuestro buen amigo J para cantarla juntos; aprovechando el 30 aniversario del “Súper 8” (94) de Los Planetas que celebramos este año, ¿dónde estaban Adolfo, Pepe y José Andrés hace tres décadas?
Pues en el 94 estábamos en Estepona tocando ya con nuestros primeros proyectos musicales, empezamos a tocar cuando teníamos 13, 14 y 15 años respectivamente, así que en el 94 ya llevábamos unos años de aprendizaje, solo 6 años después, en el 2000 sacamos el primer disco ya como Airbag y estuvimos girando con Los Planetas por 25 ciudades, en lo que fue una de sus giras legendarias. Para nosotros fue una universidad del rock, nos profesionalizamos y aprendimos mucho en esa gira, tenemos recuerdos increíbles. ¡Para escribir un libro!
¿Qué recordáis de aquella primera escucha de “Super 8” y cómo os influyó ese debut discográfico de Los Planetas?
Nos gustaban cuando salió “Qué puedo hacer” y tal, me pareció un hit, pero en realidad no fuimos super fans hasta la gira que hicimos con ellos en el 2000. A partir de ahí y de verlos en directo cada noche se convirtieron en una referencia imprescindible para nosotros. Es un grupo increíble y tienen un aura que nadie tiene, es muy difícil igualar la carga emocional que transmiten y lo que provoca en la gente.
Volviendo al EP que nos ocupa, “Vida Extra”, cerráis con una soleada “La piedra del rayo”, una pista puramente instrumental que hacía mucho que no nos regalabais, con aroma a The Straitjackets y atardecer con olas de fondo, con novedosos teclados psicodélicos incluidos.
Sí, nos encanta el Surf Instrumental, pero intentamos darle otra vuelta de tuerca y meter otros matices para no hacer siempre la misma canción de ese tipo. En este caso darle un toque psicodélico con el órgano Hamond muy al estilo de The Doors, una referencia que en principio nadie asociaría a Airbag, pero que nos gusta y era el momento de echarle mano. Nos ayudó haciendo el arreglo Daniel Lozano, que es un músico increíble que toca en muchos proyectos de aquí de Málaga, entre ellos con Javier Ojeda. Hizo justo el arreglo que queríamos. También Daniel Albujar ayudó a componer el arreglo de guitarra.
Con ganas de mucho más nos hemos quedado tras estas tres canciones… ¿Para cuándo el nuevo largo de Airbag?
No lo sabemos, de momento tenemos este EP y luego ya veremos, la verdad es que estamos componiendo e incluso empezando a grabar demos para ver qué va surgiendo. Pero no hay plazos ni tenemos presión por sacar algo nuevo cada poco tiempo, la única premisa que tenemos es que grabaremos cuando haya un puñado de canciones buenas que nos convenzan cien por cien. Nosotros la criba, la hacemos antes de entrar al estudio.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.