Cita con Adolfo Díaz (guitarra, voz) y José Andrés Albertos (batería) en la terraza de un emblemático café madrileño en Recoletos (falta Pepillo Medina, bajo y voz). Llevan todo el día atendiendo obligaciones promocionales en relación con su octavo LP, segundo para Sonido Muchacho (además del single de 2020 “Discotecas”), un trabajo en el que vuelcan sabiduría acumulada para construir once canciones redondas entre el indie noventero de guitarras, el punk y la serie B. Sin eludir toques románticos y un poco amargos que ya han venido explorando en discos anteriores, porque ya tenemos una edad.
Me atienden con esa cálida normalidad que les ha llevado hasta aquí más de dos décadas después de su debut. Cierran el año tocando en Granada, Murcia y Valencia y preparan gira extensa para 2023.
Obviando que hay una canción que se titula así, ¿por qué “Siempre Tropical”?
(Adolfo) Salió de una manera un poco fortuita. No teníamos nada planeado para el título. Siempre hemos tenido la etiqueta del surf y la playa, y éste es quizás el disco menos tropical, con menos referencias a la playa: sólo está “Surf Riot”. La canción es un poco alocada, tampoco tiene mucho que ver con el trópico, pero tiene esa frase metida en medio como sin venir a cuento. Aunque no sea un disco muy así, nos pareció un buen plan llamarle “Siempre Tropical”. Siempre va a haber un resquicio de sol en nuestros discos. No es un disco conceptual ni nada parecido.
(José Andrés) Pero daba juego de cara al diseño y las fotos de promo. Más en lo artístico que en lo musical, por decirlo de alguna manera.
“En este disco hay muchas influencias de grupos de los noventa que antes no usábamos”
Ya que la has sacado, hablemos de la canción: se basa en un riff muy rockero, pero de repente entra un estribillo puramente pop.
(José Andrés) Fue un poco frikada. En la estrofa es una canción clásica de garage y guitarras. Yo creo que ese estribillo es perfecto romper esa monotonía de la canción, hasta el despatarre final, donde vuelve a toda la fuerza.
(Adolfo) Sí, la canción sin esa parte un poco psicodélica pop, melódica, se quedaba en una canción más de rock fuerte alternativo. Es un riff que te puede sonar a grupos garajeros de los sesenta o a Nirvana, a grupos más noventeros. Fue un poco trabajo de local de ensayo: ¿Y por qué no metemos esto aquí aunque no pegue, o no se espere? Pues precisamente por eso, para sorprender un poco.
Habéis vuelto a grabar con Carlos Hernández, que se ha encargado de todo. A estas alturas entiendo que la complicidad y confianza es total.
(José Andrés) Sí, Carlos es uno más del grupo prácticamente. A la hora de grabar opina, decide, corta, añade, quita…Le dejamos hacer, aunque siempre tenemos nuestras peleas: “Hostia, cabrón, me has quitado esto que llevo mucho tiempo trabajando”. Eso jode un poco, pero confiamos en él. Éste es el cuarto disco consecutivo que grabamos juntos. Antes ya nos había mezclado uno, y nos ha hecho muchas veces el sonido. Siempre está ahí en los tiempos de grabación. En los de composición no tanto, porque alguna vez hemos intentado que se venga a pre-producir las canciones y nunca ha salido. No se ha metido en ello hasta que hemos estado en el estudio. Y allí tampoco hay tanto tiempo, no tenemos presupuestos grandes para grabar. Pero sí, confiamos en él ciegamente, porque a la vista están los resultados. Nuestros mejores discos, los que mejor suenan, son los que hemos hecho con él.
¿A nivel compositivo también?
(Adolfo) A nivel compositivo están los nostálgicos a los que les encantan los dos primeros discos, que son mucho más punk rock, más urgentes y rápidos. Éramos chavales y eso nos llevaba a hacer una cosa más fresca. Pero Carlos es un productor que hace que seamos mejor grupo. Hace que parezcamos mejor grupo de lo que somos, porque sabe cómo sacarnos lo máximo.
(José Andrés) Eso es verdad. En el estudio te aprieta para que des lo mejor. Lo hace estupendamente, crea muy bien ambiente. Te pone en tensión, y a la vez disfrutas e intentas currártelo más para el día siguiente hacerlo mejor
(Adolfo) Hace de psicólogo. Como debe ser un productor. Su tarea es decirte cosas que tú a lo mejor no quieres oír. Igual tú estás con tu canción feliz, y llega él y te dice: “Sí, está guay, pero es que la hiciste hace tres discos, y no te has dado cuenta”. Bueno, pues vamos a darle una vuelta. En vez de hacer este ritmo hacemos este otro, utilicemos otro tipo de distorsión, cualquier cosa que haga que sea diferente.
La primera canción, “Finales alternativos” es tremenda. Es cierto que suena mucho a los primeros Planetas, también por la participación de Jota, la letra tiene ese fondo un poco triste... ¿Cómo surgió lo de cantar con él?
(José Andrés) La colaboración fue a posteriori. La canción era así, tenía un rollo Planetas bastante intencionado. Salió así y pensamos: ¿Por qué no llamamos a Jota? Pero no lo buscamos.
(Adolfo) La canción era muy Planetas de por sí, y ya que era así, pensamos en exagerarlo hasta el extremo. Nos conocemos porque giramos con ellos con su cuarto disco, hicimos como treinta conciertos juntos por toda España, y a partir de ahí surgió cierta relación. Su sello El Ejército Rojo nos sacó nuestro segundo disco. Luego hubo cierta desconexión porque nos fuimos del sello, pero siempre nos vemos por ahí, a ellos les gusta lo que hacemos nosotros y a nosotros siempre nos han gustado Los Planetas.
Es verdad que ahora están en otra cosa no tan inmediata o pop.
(Adolfo) Sí, pero les sigue gustando esto. A Jota le encantó la canción, y estuvo encantado de cantarla.
Y está la letra, claro. Por otro lado, “Andrea” es una historia de amor muy bonita y curiosa. ¿Sois unos románticos?
(Adolfo) Siempre (risas). En la Historia del pop y el rock el noventa por ciento de las canciones hablan de amor y desamor. Todo mortal tiene historias en un sentido u otro. Actuales o cosas pendientes que tienes en la cabeza, y una manera de sacártelas es haciendo una canción y quitarte un poco la espina. Esas canciones nacen de eso: de la verdad que cada uno tiene dentro.
Leí que “Surf Riot” se inspira en un suceso real, de unos disturbios que hubo en los ochenta. ¿Es así?
(José Andrés) Sí. Salió por un amigo que llevaba una camiseta de eso. Adolfo y Pepe se pusieron a investigar y descubrieron que había habido una movida gordísima en Huntington Beach, donde se lio una revuelta de la nada en 1986. Se lio pardísima. En seguida vieron que había una letra para una canción. Pero todo salió de aquella camiseta.
(Adolfo) Es que era una foto espectacular de coches ardiendo y alguien con una tabla de surf intentando estrellarla contra algo. Miramos por Internet y en sitios, leímos sobre el tema, y vimos que se trató de un campeonato de surf que se les fue de las manos porque había como diez veces más de la gente que cabía en la playa, todos borrachos, y se acabó liando.
¡Como en Woodstock 99!
(Adolfo) Sí, algo parecido, pero en la playa. Me hacía gracia hacer el contraste entre una canción de tempo lento y muy melódica con una letra muy bestia.
(José Andrés) Lo prendieron fuego a todo, pero en bañador.
“Hemos tenido la suerte de llevarnos bien y tener un apoyo que ha ido creciendo”
¿“Una pena lo de Mario” se refiere a alguien conocido, es un caso real de un amigo que se vuelve insoportable?
(José Andrés) Varios, muchos. Todo el mundo conoce a varias personas así.
¿Es la edad?
(Adolfo) Antes se decía que cuanto más mayor eres, más cascarrabias te haces. Y lo cierto es que la canción está hecha por cosas que vemos a nuestro alrededor. No es una persona en concreto, son muchas o varias. Y no es la primera vez que nos lo dicen: “Conozco a uno que es el de la letra”.
(José Andrés) Pero hay jóvenes también, ¿eh? (risas)
“Todo mal”, muy bien. Funcionó espectacularmente en el Canela.
(José Andrés) Ésa es ir para adelante con todo lo que da. Siempre nos ha gustado hacer canciones así, lo que pasa es que ahora hay que acortarlas a treinta segundos porque no llegamos (carcajadas de ambos).
(Adolfo) No, bueno, es también tener en la cabeza tantos grupos de hardcore tipo Minor Threat de canciones muy cortas y rápidas. Al principio fue la típica canción que no creíamos que fuera entrar en el disco. Pero al final, nos encantaba tocarla y como dura tan poco, la gente se queda como pensando qué ha pasado. Hace un impasse que a la gente le llama la atención.
Quitando ésa, y hasta cierto punto, la impresión que tengo es que buscáis la canción redonda pop, más allá de géneros. ¿Es ésa la idea?
(José Andrés) Sí, es que nosotros nunca nos hemos movido por géneros. No ha habido nada buscado. Siempre intentas hacer la mejor canción, y es cierto que en este disco las canciones están más elaboradas, tienen más detalles que están mucho más cuidados. Hay tiempos calmados y otros no, pero sí que es verdad que en conjunto tienen mucho más trabajo detrás que otras. No te digo que sean mejores o peores, simplemente están más trabajadas. Hay muchas veces que la canción más inmediata es la que más te llega, pero aquí sí que hay una búsqueda de hacer siempre lo mejor, dentro de nuestras posibilidades.
(Adolfo) Somos bastante ambiciosos en el sentido de que intentamos superarnos para hacer las mejores canciones. Y somos exigentes con nosotros mismos, luego, que a la gente le guste o no lo que hacemos es otra cosa.
¿Creéis que este LP es de alguna manera un compendio de todo lo que habéis venido haciendo?
(José Andrés) Puede ser, porque lo que nos gusta nos ha gustado siempre. En éste hay muchas influencias de grupos de los noventa que antes no usábamos. Sin embargo, siempre hemos escuchado ese tipo de discos y ahora han salido. No sé si es un resumen de toda la carrera, pero somos los mismos y algo tiene que haber.
(Adolfo) Un crítico conocido que lo escuchó me llamó y me dijo que le había encantado. Nos conoce y es fan de siempre, y me dijo: “No me atrevo a decir que sea vuestro mejor disco, pero estoy seguro de que es el más completo, el que representa más lo que habéis hecho durante toda vuestra carrera”. Entonces, puede ser. Nosotros estamos contentos porque es variado y tiene un poco de todo.
Hay melodías luminosas, con un espíritu muy juvenil, pero también hay un lado un poco más oscuro, supongo que eso lo dan los años.
(Adolfo) Claro, la experiencia, la vida. Cada momento tiene sus cosas, y lo que hay que hacer es aprovecharlas.
“Con todas las discográficas hemos acabado bien y de todas tenemos buen recuerdo”
¿Hay canciones del principio que ya os cuesta o no os apetece tocar?
(José Andrés) Sí. Hay muchas. Nos ha pasado con canciones que jamás hemos tocado, incluso nada más salir el disco. Porque a lo mejor no casa para el directo, o simplemente no apetece. Sí que es verdad que con los últimos discos tratamos de tocar, al menos en la gira de presentación, las máximas que podemos. Así ves un poco cómo funcionan. Hay canciones que se caen por su propio peso al ver la respuesta y cómo te sientes tú mismo tocando. Hay otras que no hemos tocado nunca porque es complicado o están en otra afinación. Eso no quiere decir que no las vayamos a tocar nunca.
(Adolfo) Pero como hacemos los discos cuando estamos convencidos de que nos gustan todas las canciones, siempre que hacemos la gira de presentación del disco que sea tocamos ocho o nueve. Luego, además, cuando las tocas en directo durante meses van creciendo y adquieren otra dimensión.
Lo decía también por ciertas letras con las que ya no os sintáis a gusto.
(Adolfo) Sí, hay alguna que da pereza. De hecho, del primer disco tocamos una o dos. Claro, las has tocado mucho más durante mucho tiempo, y eso también influye.
(José Andrés) Son canciones de hace veinte años y hay algunas que han resistido el paso del tiempo, y otras que no. Es inevitable, ley de vida. Hay otras que por rapidez o lo que sea no sabes ni cómo las pudiste grabar así.
(Adolfo) Lo bueno es tener más de cien para elegir. Igual un día te apetece una cosa, y otro día tocas en una playa con un rollo más tranquilo y te apetece otra. Otro día estás en una sala pequeña con la sala hirviendo.
(José Andrés) Normalmente se quedan ochenta fuera del set list…pero nos gusta rescatar alguna de vez en cuando.
Empezasteis a finales de los noventa, y lo cierto es que no hay muchos grupos supervivientes de esa generación.
(José Andrés) La verdad es que no. No sé por qué hemos llegado hasta aquí…A ver, somos tres, nos conocemos de siempre, no somos un grupo que nos hayamos conocido a partir de estar tocando. Los tres siempre quisimos formar una banda. Y no hemos tenido problemas. Hemos tenido la suerte de llevarnos bien siempre y de tener el apoyo de un público que ha ido creciendo poco a poco. No ha habido saltos meteóricos, pero con cada disco hasta ahora siempre hemos ido creciendo en cuanto a las salas, los festivales y la respuesta. Eso ayuda. En el momento en que veamos que no interesa o no nos divirtamos -porque al final se trata de que nos lo pasemos bien, estemos a gusto y comamos bien en las giras-, lo dejaremos. Pero estar rodeado de buenas personas ayuda mucho. Muchísimos grupos de cuando empezamos ya no existen, pero desde hace quince años.
(Adolfo) Hemos visto grupos separarse, volver y separarse otra vez. Y nosotros seguimos. Lo vemos con naturalidad.
En todo este tiempo habéis pasado por varios sellos, incluyendo una multinacional, Sony. ¿Qué balance hacéis?
(José Andrés) Bueno, nosotros empezamos con la crisis de la venta de discos. El primer disco es del año 2000, y ahí fue cuando empezó Napster y todo empezó a bajar. Siempre decimos que somos un poco gafes. Ha ido bajando y…no lo sé. ¿Pasar por tantos sellos? Bueno, cada uno tiene sus cosas buenas. Wild Punk era como una familia.
(Adolfo) Era una súper independiente. Lo llamábamos la independencia de la independencia. No tenía distribución al principio. Luego, empezó a ir madurando y creciendo junto a nosotros. Hicimos tres o cuatro discos con ellos y cada uno mejor. El último fue “Manual de Montaña Rusa” -el segundo lo sacamos con El Ejército Rojo de Los Planetas-. Nos fuimos de ahí porque vimos que era más o menos igual que estar en Wild Punk: fabricaban las mismas cantidades, la promo era parecida, no era tan salto, y volvimos a donde estábamos.
“Manual…” estuvo de puta madre en cuanto a promo y todo por parte de Wild Punk. También cambiamos de management. Pero aún así, quieres más. Si no eres ambicioso en el buen sentido…Entonces, nos viene una oferta de Sony y el mismo Novi (Fernando) de Wild Punk nos dice que nos fuéramos, porque seguramente nos iban a dar mejores condiciones. Probamos y nos fue bastante bien: seguimos creciendo, no un pelotazo fuerte, pero seguimos ascendiendo. Y después, ¿qué pasa? Que nos llama Sonido Muchacho, una independiente muy emergente, y simplemente creímos que teníamos que estar ahí. Porque había grupos afines, sangre nueva y gente muy joven trabajando. La elección de discográfica siempre ha sido para intentar mejorar. Pero con todas hemos acabado bien y de todas tenemos buen recuerdo.
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