Adiós distorsión

Tras haber sobrevivido a la explosión del nuevo rock que sacudió a la industria musical tres años atrás, y en pleno revival ochentero, The Raveonettes entregan su disco más maduro y personal con “Pretty In Black” (Mushroom Pillow), un trabajo en el que los daneses juguetean de forma perversa y sin complejos con la herencia del rock’n’roll y el pop americano de los cincuenta y sesenta.

De hecho, con su tercer trabajo de estudio, el dúo formado por Sune Rose Wagner (nuestro interlocutor en esta entrevista) y la bellísima Sharin Foo (una de laa frontwomen más sexys del circuito rockero actual) consigue, además, alejarse de la sombra que siempre ha proyectado sobre ellos The Jesus And Mary Chain, grupo con el que siempre se han visto comparados. Su fórmula para superar esas comparaciones ha sido cambiar significativamente su sonido, mucho más acústico y desnudo en su nueva entrega, dejando a un lado la distorsión y los excesos eléctricos de sus primeros discos. “No fue algo premeditado, es algo que pasó de forma espontánea. Salió muy diferente de cómo lo teníamos previsto. Sólo cuando entramos en el estudio pensamos que tendríamos que dejarlo muy suave y desnudo. Ya teníamos dos álbumes ruidosos, así no queríamos hacerlo otra vez. Las canciones están escritas de la misma manera que los anteriores discos, pero esta vez invitamos a la banda al estudio para tocar, y estuvo bien probar eso también, no lo habíamos hecho antes”. 

Eso sí, lo que aún sigue presente en este “Pretty In Black” es el amor que The Raveonettes sienten por la época dorada del pop y rock estadounidense. Esa era dominada por las producciones de Phil Spector, la música surf y cantantes country de corazón pop como el malogrado Ricky Nelson. Gran parte del encanto de los daneses reside en saber reinterpretar esa tradición añadiendo un tono perverso en las letras y cierta oscuridad en su música y la imagen que dan como grupo. “Nosotros actualizamos esa tradición, la hacemos moderna. Ponemos nuestras experiencias en las canciones y, ya sabes, las cosas han cambiado desde los cincuenta, hay muchos temas diferentes sobre los que escribir, muchas experiencias diferentes, vidas locas…”. Esa filiación por los sonidos clásicos del pop primigenio e inocentón hace que muchas veces decidan homenajear de forma directa a canciones o bandas señeras del período. Canciones como “The Heavens”, “Ode To L.A.”, “If I Was Young” o “Here Comes Mary” parecen leves variaciones de clásicos de The Everly Brothers, las Ronettes o el antes nombrado Ricky Nelson. “Hacemos eso, a veces, cogemos una canción que nos gusta mucho y que esté cercana a nuestro sonido y la actualizamos, cambiamos la letra y la melodía un poco, de forma que sigue fiel al original. Hacemos una especie de versión moderna. Nos divertimos mucho haciendo eso”. En este disco han ido más allá en sus obsesiones, contando con la presencia en el estudio de la mismísima Ronnie Spector (“Fue fantástico poder contar con ella, ¡tiene una voz increíble! Es muy buena en el estudio, fue bastante rápido, se sabía la canción de memoria cuando llegó. Añadió detalles aquí e allí, estaba muy inspirada. Es una mujer muy dulce y muy agradable”) y versionando el clásico de The Angels “My Boyfriend´s Back”, canción que también aparecía en el legendario filme de Kenneth Anger “Scorpio Rising”, clásico de cine underground muy próximo en intenciones al universo de los daneses (sólo hay que mirar la portada del exitoso “The Chain Gang Of Love”) que mostraba la vida de un motero vestido de cuero negro a ritmo de cándidas tonadas sesenteras. Otros nombres ilustres presentes en este “Pretty In Black” que ayudan a ubicar las otras filias de los firmantes de “Whip It On” son los de Martin Rev (Suicide) y la mismísima Moe Tucker, inolvidable batería de The Velvet Underground, y, por lo que nos cuenta Wagner, fan declarada de The Raveonettes. “Es fan nuestra, nos vio tocar en 2003. La llamamos porque estábamos convencidos que le iba a encantar colaborar con nosotros. Nos fuimos a Atlanta para grabar con ella. Fue increíble”.