¿Qué significa para vosotros “Sangre de otros Mundos”?
Un cambio bastante radical en nuestra forma de interpretar nuestra propia música. Somos un grupo que está en constante movimiento estilístico, dentro de nuestras posibilidades. Nos sentimos cómodos jugando con diferentes sonidos y acercándolos a nuestra propia visión de la música. Antes, quizás nos guiábamos más por sonidos afines a un determinado estilo, sin embargo ahora nos fijamos más en nosotros mismos y buscamos dejar nuestro sello personal en lo que hacemos, buscar música más desde las entrañas y dejar nuestro propio legado.
Veo y escucho un cambio sustancial notable. ¿Qué ha ocurrido en estos cinco años después de la publicación de “II”?
La ausencia de trabajos discográficos se debe principalmente a que Tony se mudó a Londres y eso nos hizo parar en seco. Hicimos algunos conciertos sueltos cada vez que podíamos, pero no teníamos ese punto de ilusión para seguir componiendo en Acid Mess y hacer cosas nuevas. Sin embargo, Borja y Miguel quisimos continuar haciendo música juntos, y probamos a Xuan un día a la batería, no para sustituir a Tony, pero si para darle continuidad al proyecto Acid Mess. La historia es que el cambio era demasiado abrupto para lo que buscamos pero la conexión con él fue increíble, entonces nació un proyecto paralelo, Sombra. Hicimos un disco con Sombra, “Visiones”, el cual se podría decir que es una especie de nexo entre “II” y “Sangre de otros mundos”. Cuando Tony volvió de Londres, Xuan entró en Acid Mess como teclista y Sombra quedó aparcado como proyecto.
"No pretendemos romper barreras intencionadamente sino que es una evolución natural que abarca diferentes sonidos y que tenemos la suerte de estar los cuatro en sintonía".
La unión de ritmos latinos, psicodelia, rock, progresivo, andalusí, etcétera, fluye a la perfección... ¿Cómo lo conseguís?
Pues es algo que no te podemos explicar porque tampoco buscamos nada en concreto, no tenemos ninguna fórmula establecida a la hora de componer o buscar fusión de estilos o algo similar, simplemente lo tenemos interiorizado quizás por el consumo de música que tenemos cada uno, y que cuando nos juntamos lo soltamos y jugamos con ello.
Se os ve más cómodos cantando. ¿O es impresión sólo mía?
Sigue siendo lo que más nos cuesta de todo, pero teníamos muchas ganas de añadir la voz como instrumento para quitarle peso a la base instrumental y que las canciones puedan tener otro color y matices que le den más riqueza al asunto. Además, no descubrimos la panacea cuando decimos que es una forma de trasladar metafóricamente nuestras inquietudes emocionales y personales a través de las letras.
“Futuro sin color” se me antoja una especie de garage punk andalusí, incluso cercano a Sex Museum; “Hijos del Sol” es una salvajada kraut-punk, y por supuesto esos ritmos y mezclas en “Hechicera”... Todos son ejemplos de la ruptura total de barreras para Acid Mess?
Supongo que el punk es algo que tenemos muy dentro desde siempre, porque es la música con la que empezamos a meternos en el mundillo, así que yo diría que “Futuro sin color” e “Hijos del Sol” son quizás reflejos de nuestras raíces. Como ya te decíamos antes, no buscamos nada en concreto, por ello no pretendemos romper barreras intencionadamente sino que es una evolución natural que abarca diferentes sonidos y que tenemos la suerte de estar los cuatro en sintonía sin haberlo planteado nunca como objetivo de grupo.
¿De dónde sale toda esa influencia de la tradición andalusí?
Pues somos unos enamorados del flamenco. Nos encantan Camarón, Paco De Lucía, Lole y Manuel... Y quizás eso nos haga jugar con ciertos estándares o clichés, aunque esperemos que esto no ofenda a nadie. Tuvimos una época de quedar en casa de alguien para a escuchar a Triana y flipar un poco con ellos. Nos obsesionaba todo el aura que envolvía a la banda.
¿Creéis que las bandas se han vuelto más abiertas estilísticamente hablando, que se han derribado barreras?
Por suerte sí. La música hoy en día llega a más sitios y la gente tiene más contacto con bandas de diferentes estilos y eso hace que la música gane en riqueza.
"Siempre hubo buena salud musical en el underground en Asturias para las pocas personas que formamos parte de ello".
Al hilo de lo anterior... ¿Creéis que hay un boom, moda o cómo queráis llamarlo, de esa unión de la música más tradicional, de raíz (léase folk, flamenco, jotas, canción mediterránea....) con sonidos más “actuales” ya sea rock, electrónica, pop, hip hop?
No creo tanto que sea una moda, si no más bien que no hay miedo en recuperar y mezclar sonidos o estilos del pasado con música contemporánea y que hay mucha más difusión y facilidad para visibilizarlo. Bandas relativamente actuales como Melange, Moura o Mohama Saz, en España, o The Mars Volta, Om o Altin Gun conservan o conservaron el legado musical y son capaces de maridarlo estupendamente en clave rock, pero sin embargo hay muchas bandas e incluso estilos musicales de hace bastantes años que ya eran capaces de mezclar música tradicional y hacerla accesible al público. Santana popularizó la música latina en el rock, o Camarón mezcló flamenco y rock en “La leyenda del tiempo”, en su momento fue muy criticado por los puristas del flamenco por hacer algo así, ahora es una pieza indispensable en la historia de la música flamenca contemporánea.
Esa ruptura de prejuicios también se refleja en el público.
El público, a grandes rasgos, consume lo que hay, y si en la actualidad hay una corriente musical que mezcla pasado-presente entiendo que el público se vea más accesible a determinadas expresiones culturales por la percepción artística de redescubrimiento de tradiciones que ahora puedan ser vanguardia, que no de donde venimos en la anterior generación, dónde quizás la música estaba más encorsetada a determinados estilos musicales o incluso tribus urbanas, ya no por disfrutar de la música en si, que también, sino por un sentimiento de pertenencia a un grupo social o algo similar.
Volviendo a “Sangre de otros mundos”, ¿por qué os decantáis por Spinda Records?¿Cómo es esa conexión norte-sur?
Pues contactaron con nosotros a raíz de que, en plena cuarentena, subiéramos una versión acústica de “Hechicera”. El disco ya llevaba grabado desde julio del año pasado y estábamos un poco estancados con qué hacer con él. Ellos nos preguntaron si teníamos material, les pasamos el disco y nos hicieron una propuesta que nunca nadie nos había hecho, realmente es nuestro primer contrato discográfico. Además recién habían editado el disco debut de Moura, que son buenos amigos nuestros, les preguntamos qué tal era trabajar con ellos y solo tuvieron buenas palabras, con lo que la referencia ya era buena incluso antes de firmar el contrato. En estos pocos meses que llevamos juntos solo tenemos palabras de agradecimiento puesto que nos liberan de un trabajo de promoción y alcance que nosotros no seríamos capaces de conseguir con nuestros propios medios y encima nos mete esa caña de alguien que apuesta por ti y quiere lo mejor de ello. Además, estilísticamente hablando, nos cuadraba mucho formar parte del sello, creemos que es el sello más importante o que más está trabajando a día de hoy en cuanto a psicodelia-rock o lo que sea en España. Formar parte de ello nos puede venir muy bien.
Acid Mess, Ethiva, Green Desert Water, Holy Mushroom... ¿Qué ocurre en Asturias? ¿Son esos paisajes, esas montañas, la inspiración a toda esta corriente?
No creo que tenga que ver el paisaje o el clima, más bien que siempre hubo cierta inquietud musical ya no solo de rock psicodélico por decir algo, si no de música rock en general. Desde primeros dos mil hasta hace relativamente poco hubo un circuito de promotores que se iban relevando en el tiempo que de una forma u otra ayudaba a la difusión de determinados estilos para disfrutar de música en directo y supongo que eso hace que la gente tenga inquietudes musicales y se tire al barro. Siempre hubo buena salud musical en el underground en Asturias para las pocas personas que formamos parte de ello.
Para terminar, ¿cómo fue la experiencia en directo en el ciclo “Tiempos Nuevos”, en medio de esta nueva normalidad? ¿Ha tenido 2020 algo positivo?
El único punto positivo que le veo es que mucha gente que antes no se planteaba ir a conciertos de bandas alternativas, ahora le hace más caso por la falta de opciones y gracias a ello, llegas a otro público. El problema es que las condiciones de consumo no son las más apropiadas para nuestro estilo y dudo que llegue con la misma intensidad con la que antes se podía disfrutar.
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