ACCIÓN, REACCIÓN, Y MOVIMIENTO
EntrevistasLe Tigre

ACCIÓN, REACCIÓN, Y MOVIMIENTO

Xavi Sánchez Pons — 22-05-2002
Fotografía — Archivo

Nuestra interlocutora al otro lado de la línea telefónica es la nueva componente del grupo, JD Samson, que entró en sustitución de Sadie Benning. Curiosamente las dos compartían su pasión por la creación artística en vídeo. “Las conocí en la gira. Yo hacía las vídeo-proyecciones de los directos cuando Sadie estaba en el grupo. Y cuando lo dejó, me incorporé al grupo en el tour norteamericano. Después de eso también hice la gira europea y la japonesa. Ha sido un poco salvaje. Todas tocamos todos los instrumentos y creamos los sonidos pregrabados”. Tras esta súbita entrada, JD pudo participar en el nuevo álbum de Le Tigre, publicado en los Estados Unidos por Mr. Lady, su sello habitual, y en Europa por la discográfica de otras chicas de armas tomar, las Chicks On Speed. Un trabajo que redefine el concepto de la música electrónica de forma sorprendente.

“Ahora que salimos en los medios, en muchas revistas e incluso en televisión, mucha gente dice que ya no somos auténticas”

Acostumbrados a la figura de un solo personaje haciendo todos los ritmos y sampleados de sus canciones, convirtiendo la experiencia musical en algo individual y muy poco participativo, la idea de un grupo a la antigua usanza, sustituyendo los instrumentos por bases programadas, reuniéndose y creando en conjunto, en una total igualdad de condiciones, sorprende y mucho. Nombro constantemente el término “electrónico” porque así es como define JD el trabajo de la banda. A primera vista todo hace indicar que Le Tigre son un grupo de rock, las guitarras dominan casi todas sus canciones, de ahí la novedad de su propuesta. Es más, “Femenist Sweepstakes” suena más contundente que su CD de debut, a pesar de haber utilizado muchas más máquinas y nuevo teclados. “Mucha gente dice que hay muchas más guitarras sampleadas y que sonamos más rock´n´roll que en el primer disco. Pero sé a lo que te refieres, y es porque hemos utilizado más aparatos electrónicos y nuevos equipos que nos han dado un montón de opciones sonoras. Hay un montón de nuevos sonidos de batería y un montón de cambios respecto al trabajo anterior”. Así que, por fin y tras vanos intentos, existe un grupo que es capaz de hacer rock´n´roll sin los elementos clásicos. Muchas veces se ha afirmado que otras bandas se acercaban a tal postulado -no diremos sus nombres- pero la realidad es otra. La banda de Kathleen Hanna sí que lo consigue. La inspiración para tal empresa viene dada de la mano de una de las propuestas más arriesgadas de principios de los ochenta. La banda neoyorquina ESG fue y sigue siendo una pionera en mezclar toda clase de ritmos. El electro con el pop, el rap con el rock... Muy a pesar de su importancia, ESG siguen siendo unos perfectos desconocidos. Si la gente escuchara canciones como “Moody” sabría valorarles en la medida que merecen. Las similitudes entre los dos combos aumentan si pensamos que Le Tigre también nacieron en Nueva York. “Somos unas grandes fans de ESG. Hemos estado a punto de tocar con ellos, pero al final no pudo ser. Son totalmente increíbles y es gracioso, porque acaban de reeditar sus trabajos y su popularidad ha aumentado mucho en los Estados Unidos”. Una de los temas más arriesgados de su nuevo disco, “Well, Well, Well”, bebe directamente de la labor de los del Bronx. Además de aceptar influencias que, en un primer momento, nadie imaginaría propias de una banda como la que nos ocupa. “Cuando escribíamos la canción era algo muy minimalista para nosotras. Estamos muy contentas del tema; queríamos poner un ritmo fuerte, acabamos poniendo un teclado y luego todo vino rodado. Para hacer esta canción nos inspiramos en el trabajo de Peaches y también pensamos en Michael Jackson”. El de los primero años ¿no? “Sí, sí, el de los primeros años (risas). Uno de las características más innovadoras de Le Tigre es su capacidad de hacer posible el binomio política y diversión. Con sus canciones consiguen algo dificilísimo: hacer converger una música que invita al baile con unas letras comprometidas. Sus reflexiones sobre el feminismo, la autodefensa interpretadas a un ritmo desenfrenado, invitan a pegar saltos de rabia. El rock o el pop siempre han estado reñidos con las ideologías muy marcadas. Estas siempre acababan comiéndoselo todo. Bandas como The Clash, McCarthy (germen de Stereolab), Beat Happening o Comet Gain ya se encargaron de demostrar que era posible tener una actitud comprometida sin dejar a un lado o despreciar el lado hedonista de la música. Ahora Le Tigre también juegan en esa división. “Estábamos frustradas porque toda la música política estaba hecha solamente para pensar y no era una experiencia feliz o divertida. Por eso estamos muy contentas de ser capaces de hacer música que tenga un lado político y al mismo tiempo puedas pasar un buen rato y no estar enfadada todo el tiempo. Nuestra música puede servir para que la gente salga de sus casas y vaya a las calles a protestar y para que tengan una ideología. Y después de actuar, para que se lo pasen bien. Es una mezcla muy interesante. En ocasiones, hay gente que viene a nuestros conciertos porque conectan con nuestra actitud y se lo acaban pasando bien con nuestra música, aunque también hay quien conecta con la música y no sabe nada de las ideas políticas, sino que sencillamente les encanta la música”. Ahora bien, teniendo en cuenta el pasado de Kathleen Hanna, como responsable de las imprescindibles Bikini Kill, punta de lanza del movimiento riot grrrl de mediados de los noventa, está obertura de miras de su nueva banda (que ya anticipó con Julie Ruin, su proyecto en solitario) ha sido vista por muchos integristas de aquella escena pasada, como una capitulación de sus “antiguos” ideales. “Ahora que salimos en los medios, en muchas revistas e incluso en algunos programas e televisión, mucha gente dice que ya no somos auténticas. Eso es muy jodido, porque nosotras tratamos honestamente de llegar al máximo de público posible y es bueno que exista quien llegue a nosotras porque ha leído un artículo en alguna revista. Si no nos hubiese visto allí, posiblemente nunca nos hubiera conocido. Además, es muy positivo ver a chicos de quince años en nuestros conciertos, chavales que no saben nada del pasado de la banda y que se interesan por nuestras ideas”. Tal reconocimiento de los medios no esconde el injusto papel que siguen teniendo los grupos de mujeres en la industria e historia de la música. Grupos como las Slits, Marine Girls, las propias Bikini Kill, Joan Jett o Poly Styrene y sus X-Ray Spex siguen teniendo un papel secundario frente a bandas masculinas similares. Todas ellas merecen un lugar mucho más destacado del que actualmente poseen. La pregunta del millón es si algún día todo esto cambiará. “Eso es muy cierto. Es muy triste todo eso que dices. Y actualmente las cosas no han cambiado demasiado. A veces puede salir algún grupo femenino interesante, pero luego todo vuelve a sus cauces normales. Las cosas no mejoran en ese sentido y el mainstream sigue mandando”. Ante tal panorama lo mejor es unirse y hacer piña. El fichaje por el sello de las chicas de Chicks On Speed responde un poco a eso. “Cuando fuimos a Europa el año pasado las conocimos personalmente y eran muy agradables. Pasamos muy buenos ratos y nos encantaron sus directos. Como no encontrábamos sello en Europa con el que estuviésemos a gusto, hablamos con ellas para ver si era posible que nos sacasen el disco en su sello y al final todo salió bien. Estamos muy contentas con encontrar otras chicas haciendo algo parecido a lo nuestro en Europa... es un buen sitio para nosotras”. Y al final, la calma. Aunque no vayan a pensarse que Le Tigre jamás se toman un descanso. Todo ser humano necesita días para dedicarse a sí mismo y olvidarse de los demás. Sin ir más lejos, “

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