Desde que publicó su anterior disco, “Mosaico” (Boa, 12), Rayden fue consciente de que tenía una cuenta pendiente con su música. “Tras ‘Mosaico’ tenía claro que quería sacar un disco conceptual. El problema es que dada mi inquietud musical se me planteaban dos ideas diferentes, aunque complementarias, por lo que decidí aunar las dos dándole un sentido más completo”. La manera de solucionarlo fue precisamente crear un disco doble, “En alma y hueso”, en el que por un lado encontraremos música cien por cien rap, con la participación de gente como C’Mon, Baghira, Nach o Mediyama, y por el otro con diversas colaboraciones del ámbito del pop y el rock (Leiva, Mäbu…) que ayudan al artista a explorar otro tipo de sonidos y dar rienda suelta a sus otras inquietudes musicales. “Estamos en 2014 y que impresione que pueda colaborar con gente como Rozalén o Leiva demuestra que a la gente le queda todavía mucho por madurar... y no hablo de edad”.
Habla de evolución en la música rap, un género en el que el público no siempre digiere de igual manera este tipo de misceláneas musicales. “A veces el rap padece el ‘síndrome de Peter Pan’. Somos un estilo de música joven que, en su creación, bebe de muchos estilos diferentes, así que ¿por qué en su ejecución sólo se permite una sola línea?”. Por ello este “En alma y hueso” supone una excepción que confirma la regla, y lo es gracias a la necesidad de Rayden de romper moldes y derribar límites musicales. “No hago música para ningún público en concreto. La música es un dialecto de una lengua madre que es el arte. Sólo quiero sonar sincero”.
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