A cuestas con el éxito

Si hay algo que caracteriza a los andaluces es su honestidad, y sobre ella descansa el peso de esta difícil revalida llamada “Santacruz”. No hay misticismo, ni viaje al más allá, expuestos ya a la crucifixión deciden ser ellos mismos e incluso protagonizar en primera persona sus canciones. Supersubmarina actuarán el 15 de septiembre en el Dcode Festival.

Tras la notoriedad obtenida con su debut y después de convertirse en la enésima esperanza indie de conseguir abrir hueco en el gran público, había expectación en el siguiente ascenso a la superficie de Supersubmarina. En el momento de desvelar el título de su segundo disco, .
“Santacruz” a muchos se nos vino a la cabeza un hipotético giro de los andaluces hacia conceptos menos terrenales. Incluso algunos podían pensar en nuevos sonidos, nuevas estructuras, más riesgo. El éxito de “Electroviral” podía ser suficiente red para amortiguar ese hipotético salto mortal, así que por qué no lanzar la moneda. Pero de eso nada, los pies en la tierra. “Nuestra preocupación era hacer once canciones buenas de las que estuviéramos orgullosos como para poder estar defendiéndolas otros dos años y medio tocándolas. También grabarlo en muy poco espacio de tiempo y en directo para no perder esa frescura y la crudeza de las canciones”. Y es que parece que, en apenas un año, han ocurrido muchas cosas en la vida de Supersubmarina, suficientes para llenar un disco, sobre todo a José “Chino”, portador de la pluma y de la metafórica cruz. “El concepto de ‘Santacruz’ viene de nuestra raíz andaluza, allí nosotros llamamos llevar una cruz a llevar el peso por algo que te ha dejado una marca. En este caso viene por una ruptura sentimental y el disco habla de todas las fases por las que se pasa cuando acabas una relación, desde la liberación (‘Tecnicolor’) a la tristeza máxima o la melancolía (‘Para dormir cuando no estés’). Una mezcla de sentimientos que se suceden en un corto espacio de tiempo”. Sobre este contexto podemos hablar si no de un disco más oscuro sí concebido entre tinieblas, las de un protagonista que en cierto modo se ha liberado de un peso doble, anímico y artístico. “Si algo diferencia a este disco del anterior, es que está escrito en un corto espacio de tiempo y por tanto una temática más concreta, porque habla de un momento muy exacto de mi vida. También me ha servido si no de terapia si para abrir una etapa y cerrar otra. Algo que necesitaba”.

Esta “Santacruz” también adquiere en las letras del disco otras connotaciones más generacionales. Y es que Supersubmarina son una banda cuya edad les obliga a mojarse, sobre la situación que atraviesa nuestra sociedad y en especial los jóvenes. “En ‘El baile de los muertos’ esa cruz hace referencia a esta historia que nos ha tocado vivir a los jóvenes de nuestra generación y que tiene que ver con unas circunstancias que quizá no sean las más idóneas por otras cosas que nada tienen que ver con el amor, como es buscar un trabajo, tener una casa o asumir una serie de responsabilidades que nosotros con veinticinco años estamos ahora a punto de descubrir”. Recuerdan que todo el estallido del 15-M les pilló en plena gira de .
“Electroviral”, coincidiendo con las movilizaciones de la Plaza Cataluña en Barcelona, en Madrid o en Bilbao. Incluso confiesan largas charla en la furgoneta entre paso y paso por Despeñaperros. “Pertenecemos a una generación que durante un tiempo ha estado un poco dormida en este aspecto, digamos que no nos preocupaba tanto, y debido a esta situación actual, parece que ha despertado”.
“Santacruz” abarca en el fondo y en la forma perspectivas muy parecidas a su predecesor, sin embargo también se nota que los últimos años vividos por sus protagonistas en lo personal y en lo profesional les han colocado en un plano más realista, que se traduce en un disco más visceral, más comprometido con lo que quieren decir y con cómo lo quieren contar. “Que el disco sea más ambiental y más orgánico viene dado en primer lugar porque hemos madurado. El primer disco lo grabamos con veintiún años y nuestras preocupaciones eran otras. Hemos aprendido tanto de la vida como de nuestra profesión y de nuestros instrumentos. Hemos experimentado muchas cosas que han hecho mella en nuestra manera de hacer canciones”. Todo esto tenía que reflejarse de alguna manera en las canciones, y es que esta montaña rusa de sentimientos en la que viaja su protagonista debía describirse con una producción dinámica, ahí entra el papel de Tony Doogan (Teenage Fanclub, Belle & Sebastian, Mogwai…) que aparte de ser el productor soñado en su adolescencia era sobre todo una persona externa que podía descifrar este nuevo código de madurez. “Es un disco que estaba muy en nuestro interior, hecho desde dentro y Tony ha sabido sacarlo fuera”.

Dos claves en la producción de Doogan, grabarlo en directo para aprovechar la soltura de la banda en conjunto tras dos años de gira y después sobre todo las voces. “Las voces se han tratado como un instrumento más y de forma diferenciada en cada canción. Ahora no están ahí arriba como en nuestro anterior disco y eso hace que todo el conjunto coja mayor armonía”. Las voces del Chino suenan más empastadas con la música, más respetuosas con las distintas texturas que han creado el resto de los instrumentos. “Con Tony descubrimos una manera diferente de construir y trabajar un tema, todos al mismo tiempo, haciendo loops con cada parte, en lugar de trabajar instrumento a instrumento, canción a canción”. Apuntan que se trata de una producción más europea. Una producción que ahora requiere un quinto elemento, se trata de Javier Serrano, músico experimentado (militó en Lost Sound, una eterna promesa de la escena jiennense) y que ahora ha puesto a disposición de los de Baeza su arsenal de teclas. “Ahora con Javi en la banda nos hemos atrevido a dotar a nuestro sonido de colchones y teclados con la seguridad de que podíamos llevarlo al directo. El resultado es un sonido más envolvente”. En este sentido si algo ha caracterizado a Supersubmarina, y por extensión a otros grupos de su generación es haber asumido desde el principio un compromiso profesional con su carrera en la música. Quizá han heredado una escena algo más organizada y unos medios de los que no disponían sus predecesores en el albor del indie español, quizá se lo han tomado más en serio, quizá simplemente han tenido más suerte. “La suerte juega un papel secundario y sólo es determinante en ciertos momentos, el secreto de esto es ensayo y canciones, canciones y ensayo. Un día detrás de otro”.