Power Records: Tres décadas de buenas vibraciones
Entrevistas

Power Records: Tres décadas de buenas vibraciones

Javier Corral"Jerry" — 07-12-2020
Fotografía — Oihana Oribe

La tienda Power Records cumplió 30 años este 9 de noviembre, en medio de una nueva crisis, que en su caso se acumula a unas cuantas ya superadas de distinto alcance y naturaleza. Ni antes la piratería o las descargas, o últimamente las plataformas de streaming han enterrado del todo el viejo placer de entrar en un espacio físico tan lleno de vida y buenas vibraciones como una pequeña tienda de discos especializada.

En 1990, en plena transformación del vinilo al Compact Disc, nadie podía prever que la música viajaría vía streaming. Hoy conviven unos con otros, y tres décadas después la tienda Power Records (reciente premio "Koska" a su trayectoria) se ha convertido en una referencia en Bilbao y territorios limítrofes, gracias a una dedicación esmerada y sabia, que atiende a una clientela que se subdivide principalmente entre coleccionistas de primeras ediciones, completistas y aquellos que buscan sonidos nuevos que le sorprendan. La media de edad es alta, pero Jon Barrasa y Javi Artolozaga detectan un tímido recambio generacional atraído sobre todo por el calor y el carisma del vinilo. Como las míticas librerías de viejo, la tienda de discos de nuestros días se abastece también en gran medida de la segunda mano y, por supuesto, de la fidelidad del aficionado a los grandes clásicos.

-30 años al pie del cañón con un montón de crisis acumuladas, ¿os sentís algo así como “Los Últimos de Filipinas” o le queda algún futuro al negocio?
-Pues podríamos decir que va por días. Hay momentos en los que, en efecto, nos sentimos un poco como los últimos resistentes al borde de la definitiva extinción , y hay días que el optimismo nos invade y vemos cierto futuro en el asunto.

-¿Cómo os está afectando la más reciente, la crisis sanitaria?
-Digamos que, al principio el golpe fue muy duro, de hecho tuvimos que recurrir a créditos bancarios para poder continuar. Sin embargo, y fundamentalmente gracias al apoyo de nuestra clientela, pudimos superar este primer embate. También es verdad que la escucha de discos al igual que la lectura casa bien con la mayor presencia de la gente en sus casas, aunque las últimas medidas de confinamientos perimetrales no nos han beneficiado precisamente ya que tenemos muchos clientes que viven fuera de Bilbao.

-No nos podemos quejar, dicen que se decía en las dictaduras. ¿De qué os quejáis vosotros con respecto a nuestras administraciones?
Antes de nada, de la política fiscal respecto a la cultura. En nuestro caso, parece que los discos son un producto de lujo y, de hecho, el IVA que se nos aplica es El 21%. Por no hablar de la sensación de invisibilidad que nos invade en lo que tiene que ver con las diferentes administraciones. Hay una serie de “totems” culturales más o menos oficiales y el resto no contamos para nada. En general da la sensación de que la gente que se dedica a esto de la política cultural institucional tiene que ver más con la política que con la cultura.

-¿En qué se parecen una tienda de discos a una librería?
-Pues en que ambos son espacios en los que se busca y comparte pulsiones e intereses similares, que tienen que ver con las emociones que la música y la lectura nos provocan. En muchos casos, tanto en librerías como en algunas tiendas de discos es habitual enredarnos en improvisadas tertulias que hacen de estos lugares algo muy especial.

-El auge del vinilo en los últimos años parece que perdura, ¿le ha comido la tostada definitivamente al Cd?
-Creo que esto es algo que tiene que ver más con las decisiones de los ejecutivos de las grandes compañías. Aunque nos parezca que los dos formatos debieran coexistir, al final son los responsables de las multinacionales los que tienen la sartén por el mango. En cualquier caso, en nuestra tienda, los dos soportes tienen cabida.

-En el escaparate de las tiendas de Londres o NY, se ven las últimas novedades (como era antaño), eso aquí y ahora es totalmente inviable…
-En absoluto. En la medida de lo posible y teniendo siempre en cuenta lo que detectamos que son los gustos de nuestra clientela, siempre intentamos que en nuestro escaparate compartan espacio los últimos lanzamientos con las reediciones de material clásico.

-Si pusierais un cartel de “prohibida la entrada a menores de 30”, ¿os afectaría algo en las ventas?
-Desgraciadamente, y a diferencia de épocas ya pasadas, es probable que no afectara demasiado en nuestras ventas. Aunque también es cierto que, poco a poco, se va viendo un, todavía tímido, recambio generacional, atraidos, estos sí especialmente por el formato del vinilo.

"En general da la sensación de que la gente que se dedica a esto de la política cultural institucional tiene que ver más con la política que con la cultura"

-¿Cuál sería el retrato robot de vuestro cliente actual?
-Se puede decir que conviven varios, el coleccionista de primeras ediciones, el completista, el cliente que busca sorprenderse con nuevos sonidos...Afortunadamente el espectro es razonablemente amplio.

-¿Hay algún género o época que destaquen por ser los más demandados?
-Quizás, y esto puede ser que tenga que ver con el envejecimiento de nuestra clientela, los sonidos más clásicos sean los más demandados. Y en consonancia con esto, por parte de los más jóvenes vemos un gran interés por los grandes clásicos de la historia del rock

-¿Y el grupo o artista que más hayáis vendido en los últimos meses?
-Pues es bastante habitual que las mayores ventas suelan coincidir con los últimos discos de los grandes del rock, llámese Bob Dylan, Neil Young o Nick Cave. También es verdad que siempre nos hemos caracterizado por unas ventas muy repartidas; pocas copias de muchas referencias distintas y de muy variados estilos.
-En cualquier caso este año han funcionado bien Nick Cave, Rolling Blackouts Coastal Fever, Idles, el Ep póstumo de Rafa Berrio....en fin de todo un poco.

-¿Qué tal os funciona la segunda mano?
-Podríamos decir que supone una parte muy importante de nuestra facturación.

-¿Hasta dónde alcanza vuestra clientela geográficamente?
-Tenemos bastantes clientes que vienen con cierta frecuencia desde Cantabria, Gipuzkoa, Álava e incluso Navarra.

-Seguro que clientes despistados o todo lo contrario, os dan para contar alguna anécdota divertida.
-Un montón. Por no extendernos, esta misma mañana ha venido una mujer preguntando por “Un disco que seguro que conocéis porque es muy famoso y es muy de bailar”, o aquel otro que quiere “ Un disco que suene bien, da igual lo que sea, que tiene un aparato muy bueno y el sólo quiere disfrutar con el sonido”, “Es iimposible que no tengáis discos de Joselito, con lo bueno que era”, “¿ tenéis figuritas de santos? Como hay tanto color...”

-¿Cuántas veces el que está mirando los cajones de la tienda se acaba llevando lo que suena en ese momento?
-Con bastante frecuencia.

-¿Sigue existiendo el aficionado completista, aquel que no para hasta conseguir todo de su ídolo?
-Así es. Y cuando dices todo, es todo y en todos los formatos y ediciones posibles.

-Apenas quedan grandes discográficas, pero pequeñas hay un montón, ¿cómo se realiza actualmente la distribución para tiendas especializadas como la vuestra?
-Pues hay varias compañías que se dedican a distribuir material de pequeños sellos, pero aún así, siempre hay discos que se nos escapan y no podemos hacernos con ellos. Ciertamente en este sentido la cosa se ha complicado ya que existe muchísimo pequeño sello, múltitud de autoediciones que te obligan a ponerte directamente en contacto con el autor....

-También realizáis presentaciones de discos con pequeñas actuaciones o la fiesta del “Record Store Day”, un complemente estimo que muy placentero para vosotros.
-Así es. Es un asunto no exento de trabajo y esfuerzo pero, en la mayoría de las ocasiones, muy gratificante.

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