Aprovechando una parada en la jornada de Rafa Rueda (voz y guitarra), charlamos brevemente sobre el presente de la banda y la motivación con la que afrontan su aparición en festivales de la talla de Azkena Rock o Mad Cool.
Cuéntanos quiénes sois y de dónde venís PiLT, para esas nuevas nuevas generaciones que han crecido sin el grupo en activo.
Pues PiLT somos, ahora mismo, cuatro personas, diría que músicos de amplia trayectoria, que llevamos casi veinte años sin crear juntos y que empezamos en la década de los 90, por el 96 si no me equivoco, y estuvimos en activo unos diez años. Después tuvimos un parón de otros diez años, y hace siete o así volvimos a retomar el grupo con una gira de cinco o seis conciertos, y este año hemos decidido volver a juntarnos y empezar a componer. Y dentro del grupo hay gente como David Gonzalez, que ha estado en bandas como Berri Txarrak; Aitor Abio, que ha estado en bandas como Matxura o Revolta Permanent; Xanpe, el batería, que tiene una reputación ya bastante buena como técnico de sonido y de estudio de grabación; y yo, Rafa Rueda, que llevo ya unos cuantos años pululando por ahí con mi carrera en solitario y también como músico.
Han pasado dos décadas desde vuestro último disco. ¿Dónde encontráis la motivación para volver?
La motivación es crear juntos, principalmente. En el 2017 ya nos juntamos por una tontería y pensamos que podría estar bien hacer unos bolos, y después de aquello quedó un bolo pendiente con la gente del Dimetal Fest, que a cuenta de la pandemia se tuvo que suspender, y lo dimos el año pasado. Y bueno, los ensayos, volver a juntarnos y demás, pues nos picó el gusanillo, y justo coincidía que de agenda estábamos bastante libres, y surgió la opción de hacer algunos bolos más. El rollo de los revivals es algo que creo que a ninguno de nosotros nos ha hecho nunca mucha gracia, entonces, pensamos que un aliciente para volver de otra manera que no sea recuperando un repertorio ya de hace veinte años, sería empezar como cualquier grupo en el local y ver si surge la química que en su día hubo. Empezamos totalmente, y la verdad es que estamos muy a gusto. Y ese es el mayor aliciente para volver otra vez a la escena.
Vuestro nuevo single podría perfectamente haber formado parte de ‘Game Over’. ¿Qué puede aportar una canción como ‘Garai honetan’ en estos tiempos?
Bueno, en principio, nosotros lo que podemos aportar es nuestro punto de vista, y poco más. Lo que pueda aportar cualquier grupo que esté creando ahora mismo, nuestra forma de hacer. Teníamos un poco de miedo también a la hora de empezar a hacer canciones, por el tema de, claro, ya vienes con una etiqueta, con un pasado, la gente se espera un tipo de música, un tipo de estética, y cuando empiezas con tantos precedentes, no sabes dónde puedes acabar. No sabes si puedes tirar demasiado a romper con el pasado, o ceñirte un poco más a él. Siempre existe ese encontrar el equilibrio entre la mochila con la que vienes y lo que tú puedas aportar de nuevo sobre lo que hacías, ¿no? Y esa ha sido un poco la pelea que hemos tenido y la que seguimos teniendo. Porque se nos podía haber ido mucho más la pinza, en el buen sentido de la palabra, y poco a poco estamos intentando eso, o sea, reengancharnos y dar un poco más de rienda suelta a algo que tampoco nos acabe de retener tanto a la estética con la que ya veníamos de antes. Es una especie de camino intermedio, que probablemente nos abra puertas y que, si todo va bien, se darán a conocer un poco más adelante.
En el texto sí que hay una mención muy directa a nuestro momento vital, a qué es lo que puede aportar una generación que se encuentra casi en la mitad del camino, y que no tiene los veinte años en los que te vas a comer del mundo. Y que estás ahí, y la experiencia te hace ver ciertas cosas, a veces te hace sentirte también mucho más vulnerable por circunstancias vitales, y te da otro tipo de material para analizar un poco el momento en el que vivimos, ¿no? Porque la verdad es que no se nos hace muy halagüeño a día de hoy, y queríamos un poco reflejar eso también.
Da la impresión de que, más que el rupturismo musical de antaño, buscáis una ruptura con ese mismo pasado.
Yo creo que un poco de este espíritu sigue estando ahí. Lo único que, claro, veinte años sin crear es una mochila a la que te tienes que ir acostumbrando también. Nuestra idea siempre es aportar e intentar hacer cosas que no hemos hecho hasta ahora. Pero también teníamos que retomar un poco el testigo de lo que hicimos hace dos décadas, agarrarlo y hacerlo nuestro a día de hoy. Y en eso estamos.
¿Hay intenciones de grabar un disco?
Estamos haciendo canciones. No tenemos ningún plazo, digamos, pero sí hay temas, y cuando consigamos una colección suficientemente amplia como para editar algo, me imagino que saldrá. Pero no tenemos ninguna presión. Hemos empezado a tocar en directo, y van saliendo cosas, y no te sabría decir una fecha exacta de cuando puede haber algo en la calle.
Hablando de directos, tenéis confirmados un puñado de conciertos de cara al verano pero justo venís de tocar en el 16 Toneladas.
Sí, sí, estuvimos en Valencia, era una fecha que nos propusieron y nos apetecía mucho, la verdad. Nosotros siempre hemos sido un grupo que, cantando en euskera, tuvo la suerte de reunir a gente en casi todas las ciudades del estado, y hemos tocado mucho fuera de Euskal Herria. Nos hizo mucha ilusión, hemos recibido bastantes ofertas de gente de fuera que tenía ganas de vernos, y del 16 Toneladas vino la oferta y encantados. El bolo estuvo genial, más de doscientas personas, y para nosotros fue muy emocionante, volver a reencontrarte con esa parte del público que parece todavía siguen ahí. Mola mucho, la verdad.
Estáis a las puertas de festivales como el Mad Cool o el Azkena, en el que igual jugáis un poco más en casa, pero, ¿no os sentís un poco como un pez pequeño en el estanque de ese tipo de eventos?
Yo nunca he sido muy profestivalero. A mí lo que me mola es tocar y las salas, palabras como Mad Cool y parece que te estás metiendo, no sé, en Hollywood o algo parecido. Pero hemos hecho unos cuantos, en la época hicimos Festimad y unos cuantos de estos festivales que se organizan por el Estado, y siempre han funcionado. A fin de cuentas, es un bolo que estás ahí porque se supone que alguien tiene un interés en que estés ahí, y nos ha ido bastante bien. Lo suyo es pelear para que las condiciones en ese tipo de festivales sean las mejores posibles, tanto económicamente como artísticamente, porque no suele ser el mejor marco para apreciar realmente a una banda en su plenitud. Nosotros, tanto en los festivales que hicimos en su día, como en estos que vamos a hacer ahora, teníamos ese plus que nos garantizaba hacerlo dignamente y de una manera como para poder gozar, y que no supusiera tampoco hacer este tipo de cosas de cualquier manera sólo por el hecho de estar. Nosotros no teníamos esa necesidad y nos ha permitido poder estar en unas condiciones que consideramos que son las idóneas para disfrutar, y esperemos que la gente que nos vaya a ver disfrute igualmente.
“Estamos haciendo canciones. No tenemos ningún plazo, digamos, pero sí hay temas, y cuando consigamos una colección suficientemente amplia como para editar algo, me imagino que saldrá”
¿Cuál creeis que es vuestro legado? Siempre habéis sido un referente, pero quizá no se percibe tanto esa influencia en las bandas que han venido después.
No sé, nosotros hemos sido siempre un grupo de culto, ¿no? No hemos sido nunca un grupo de llenazos, ni de sold-outs, ni de esas cosas que están tan de moda ahora. Pero sí que conseguimos, en nuestra época, tener un público fiel y movernos en un espacio muy amplio, cosa que quizá no le pasa a la gente que pega reventones por aquí. Eso te hace tener la posibilidad de mantenerte vivo mucho más tiempo. No te ahogas tanto con el territorio que se circunscribe a Euskal Herria, y el poder tener ese aire, sin llegar a ser grupo de masas en ningún lado, te permite que con el tiempo te puedas sostener y puedas seguir siendo atractivo con la propuesta. Y nuestro caso siempre ha sido así. No hemos sido ningún grupo que ha marcado una tendencia clarísima de ver a 50 bandas currando un estilo parecido al tuyo, ni nada de eso, pero parece que el tiempo nos ha demostrado que sí que algo hicimos que a cierta gente le llegó bastante de dentro.
¿Qué os influye? ¿Qué escucháis en la furgo, en el local, o en vuestras casas?
Bueno, depende del momento. Yo consumo mogollón de música de todo tipo, lo que pasa es que eso es lo que contesta todo Dios. Ahora mismo estoy muy enganchado al último disco de IDLES, por ejemplo, por nombrarte algo. Siempre nos han comparado mucho con Faith No More, ya sabes, por el rollo de los teclados. Sí es cierto que es una banda que nos influyó mucho en su día, o los mismos Helmet también, pero no sé. Yo he escuchado mucho pop, mucho rock de todo tipo, y ahora mismo, por ejemplo, es lo que más estoy escuchando. Y luego cosas mucho más underground, o no sé cómo llamarlo, como Bon Iver, o cosas de otro tipo de estilo que también molan.
¿Qué expectativas tenéis con este retorno? ¿Os veis encajando en el panorama actual, en la industria actual?
Pues no lo sé. Las expectativas son tocar y disfrutar de los bolos. Esa es una buena pregunta, la verdad. No sé exactamente cómo puede encajar la propuesta. En principio, nosotros lo que sabemos es que tenemos un directo que mola escucharlo, y mola disfrutar de él. Y es la mayor arma que hay para cualquier grupo a día de hoy. Otra cosa es cómo llegar a la gente que no te conoce, que no ha sabido de tu existencia hace veinte años. Y bueno, pues en ellos estamos, intentando que gente que ahora se mueve en la escena, y que no tiene una referencia nuestra de aquella época, tenga curiosidad y se intente acercar a la propuesta. Pero nuestra mayor intención es seguir disfrutando del directo. Sabemos que tenemos un directo muy bueno y que podemos hacer disfrutar a cualquiera que tenga un poco de curiosidad, y nuestra meta es poder seguir haciéndolo.
Supongo que también, con la edad, se encara de una manera distinta. Ya no tenéis la posibilidad de dar tantos bolos como antes o de ir tan a morder.
Nosotros, para empezar, tenemos una trayectoria cada uno con sus historias. Todos vivimos de la música, que es algo bastante jodido a día de hoy. No tenemos una necesidad imperiosa tampoco de coger esto y ponerlo en la centralidad en nuestras vidas, y eso hace también que te lo puedas tomar con más tranquilidad. Pero desde luego, lo que son las ganas y la energía que ponemos para disfrutar de ello, es la misma que teníamos hace veinte años. Lo único que lo miras con el poso que te da la edad y haber vivido ya bastante, y te hace ver un poco las cosas con más tranquilidad. No tenemos una necesidad de dar tantos bolos como antes, de ir a cualquier sitio para comernos lo que nos pongan delante, y ahora pensamos más en disfrutar. Hacer las cosas con cierto tipo de garantías y que sean cosas que realmente merezcan la pena. Aprovechar el tiempo, a fin de cuentas. Hay veces que con 19/20 años disparas a todo lo que se mueve y según vas avanzando, vas aprendido más hacia dónde disparar y a aprovechar mejor los cartuchos. Yo creo que nosotros estamos en este punto ahora.
Comentas que no os planteáis esto como un ejercicio de nostalgia, pero: ¿Habéis barajado reeditar vuestros discos en vinilo? Porque iban a volar…
Sí, puede ser una opción, puede ser una opción. Ahora mismo tampoco estamos muy metidos en lo que es la mercadotecnia, digamos, pero sí que nos lo han propuesto, y llegado el punto, probablemente nos lo planteemos. Pero como te digo, ahora estamos en el punto de ensayar, intentar hacer canciones, tocar los bolos que vayan saliendo, y darlo todo. Y si llega un momento en el que tengamos que editar algo, pues obviamente también pensaremos quizás en qué podemos hacer con la discografía. No hay ningún disco anterior que se haya editado en vinilo y es una opción que barajaremos.
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