¿Alguna vez has mirado con cierto recelo a tu asistente doméstico de voz? Parece una idea sacada de alguna leyenda urbana, de rumores virales entre conspiranoicos o de conclusiones chifladas para luditas desconfiados, pero te sorprendería descubrir la cantidad de información que esos cacharros con aspecto de humidificador futurista pueden llegar a recopilar a lo largo del día y a partir de nuestras conversaciones, búsquedas regulares y hábitos de vida.
A la postre, esa información se traduce en datos empleados con fines meramente comerciales y destinados a invitarnos sibilinamente a que sigamos girando dentro de la rueda del capitalismo -sin más, no hay que buscarle tres pies al gato-. Sin embargo, la realidad que nos propone “Titania” es mucho menos amable.
La ficción española continúa probando que cualquier formato le es práctico para mantenernos en vilo capítulo a capítulo, incluso cuando carecemos de una imagen visual al uso a la que asirnos. Así nos lo demuestra en este podcast el tándem conformado por Manuel Bartual y Juan José Ramírez Mascaró, quienes a cuatro manos escriben una suerte de thriller psicológico con tono distópico y ritmo trepidante capaz de hacernos devorar sus entregas con voraz escucha.
Alicia Torres (Nikki García) nos representa a todos. Una treintañera sin rumbo fijo ni nada que perder a la que el destino le regala la oportunidad de encontrarse a sí misma poniendo en sus manos una misión: desmantelar una trama a gran escala de ciberdelitos y manipulación civil. La causante de sus quebraderos de cabeza no es otra que ADA, una asistente doméstica instalada en los dispositivos de todo hijo de vecino y programada para gestionar nuestra rutina desde que amanece hasta que anochece. En efecto, su premisa, por ficticia que sea, rima descaradamente con la digitalización que dicta nuestro día a día. Razón de más para que nos quedemos pegados al auricular, sintiéndonos inevitablemente partícipes de la trama.
Las brillantes labores de interpretación y locución de los implicados en este proyecto (con nombres como los de Francesco Carril, Olga Aguirre, Fernanda Orazi, Ana de Castro, David Meneses o Ana Más, entre otros), junto a su excelente producción sonora, lograrán que poco a poco construyamos en nuestra mente las secuencias de un adictivo y blackmirroriano relato que baja a lo terrenal un tema tan en boga como el de la Inteligencia Artificial. Y es que más allá de ser una Skynet a la española, las redes que ADA extiende sobre sus consumidores nos harán plantearnos debates morales que no podrían estar más a la orden del día.
¿Abrazar la evolución o sospechar hasta de nuestra sombra? ¿Cerrar nuestras redes sociales a cal y canto o compartir alegremente hasta la fotografía más íntima de nuestra última reunión familiar? Sin duda, cuestionarnos desde la cautela el papel que juega la ciberseguridad en nuestra actividad digital parece el gran reto de nuestros días. Un momento de la historia en el que la suspicacia como medida preventiva termina pareciendo el escudo más sensato para sobrevivir a una realidad en la que cada acción puede convertirse en una invitación abierta para todo tipo de peligros externos.
Con el incierto final de su primera entrega y el reciente estreno en plataformas de su segunda temporada, “Titania” amplía su particular universo a fin de darnos respuestas (o tal vez, dibujar aun más incógnitas) sobre el estado actual de ADA tras el gran golpe efectuado por Oberón (Orazi), el inconcluso paradero de Julia Suances (Aguirre) o lo que quiera que haya estado haciendo Alicia durante esos tres años que separan su reveladora charla con la mencionada hacker hasta su posterior reencuentro con Juan (Carril).
Por lo pronto, su primera temporada, ya disponible al completo, demuestra con nota ser capaz de superar las restricciones del formato y nos sumerge en una reflexión sobre el impacto de la tecnología en nuestras vidas al tiempo que erige una ficción sin precedentes. Tan brillante que ni seremos conscientes de su condición de branded content.
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