Cada vez que Manuel Bartual y Carmen Pacheco anuncian proyecto nuevo, la podcasfera entera se detiene en seco. Y para fortuna de su comunidad de fieles oyentes, en los últimos años es algo que ha sucedido con bendita asiduidad. Tras explorar los límites de la ética futurista con “Santuario” (recientemente convertida en serie de televisión) y foguearse en el terreno del thriller negro de la mano de “Blum”, la adictiva mirada de la dupla decide esta vez posarse en el universo gamer con un relato que les consagra definitivamente como los estandartes de la ficción sonora de nuestro país.
Poco importa si no eres demasiado ducho en la materia o si la última vez que jugaste a un videojuego tuviste que soplarle al cartucho para que este funcionara. “Místicas” se presenta como un puente de lo más accesible para todo tipo de público, cuyo reclamo principal reside en el inquietante misterio que gira alrededor de esta aventura gráfica de título homónimo. Pese a que su lanzamiento feche en el pleistoceno tecnológico, el ochentero videojuego en cuestión llega de alguna forma a las manos de nuestras jóvenes protagonistas, Lola (Clara Galle) y Sara (Mia Sala-Patau), quienes co-dirigen un podcast casero sobre el tema (“Farmeo Chill”) a partir del cual no dudarán en llegar hasta el final de este perturbador enigma, caiga quien caiga.
No solo la idea es deliciosa, conectando a generaciones distintas a partir de un punto de partida que permite a Pacheco y Bartual poner sobre la mesa temas periféricos tan vigentes como la autopercepción física o el acoso online. También lo es la inteligente manera con la que sus responsables consiguen que la trama avance, jugando con la metalingüística del formato, las estupendas músicas de Van Delay (aka Paco Alcázar), los silencios y la imaginación del oyente como los magos de la narración invisible que ya sabemos que son.
Es con esa brillante habilidad suya para dosificar y administrar la información capítulo a capítulo a partir de la cual logran anclarnos al auricular durante los veinte minutos de duración de cada entrega. Un mérito que se suma a su labor mutua por hacer que verdaderamente lleguemos a creer que estamos desentrañando junto a Lola y Sara la oscura leyenda de un antiguo convento y los vericuetos de esta suerte de creepypasta que el dueto creativo se saca de la manga.
Porque sí, pese a la genial tarea de sus mentes pensantes por dar vida a todo un universo de paratextos que orbitan alrededor del podcast (con una campaña en redes que nos mantuvo a todos en vilo durante semanas), ni “Místicas” ni su programador, David Durán (Ricardo Gómez), son desafortunadamente reales. Eso sí, las ilustraciones para la caratula del supuesto videojuego realizadas por Laura Pacheco o el hecho de poder ver en falso streaming a las protagonistas enfrentándose a los diferentes niveles del mismo (con animaciones en 8 bits de Héctor Bometón) hacen que la línea que separa la realidad de la ficción sea exquisitamente indistinta.
De hecho, para añadir más dudas a su lectura, “Místicas” no deja de mirarse en el espejo de “La abadía del crimen“, título pionero que recordarán bien aquellos jugones que ya pinten canas y en cuyas difíciles incógnitas encontramos enormes paralelismos con nuestro videojuego protagonista. Pero más allá de su intención por rendir homenaje a la edad dorada del software de entretenimiento en nuestro país, lo que “Místicas” consigue de forma atemporal es que los oyentes nos sensibilicemos con aquello que decimos y hacemos de forma anónima en la red (una pantalla que no parece ser posible de superar ni con trucos) y queramos, además, sumarnos al entrañable vínculo de sus voces principales, subrayado por una química compartida que pone en valor el cuidado y la amistad por encima de todas las cosas.
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