Brazalete Negro

El final del 2022 vino marcado por la celebración del Mundial de Fútbol de Qatar, que ganó Argentina para el éxtasis de un país dividido políticamente frente a una Francia capaz de convertirse en una selección histórica con Mbappé a la cabeza. El foco, sin embargo, no se centró solo en el juego. Mientras el balón empezaba a demostrar que tiene una entidad propia, que el juego es lo verdaderamente importante, capaz de trascender en cualquier lugar del globo, en cualquier momento de la historia, a pesar de las tropelías de corrupción a la que la FIFA (el máximo órgano del fútbol mundial) nos tiene acostumbrados; dándole a Qatar, un país artificial, sin más tradiciones que leyes que persiguen a las minorías, la celebración de un Mundial de fútbol que ha sido tan excepcional que ha tenido que celebrarse en invierno, debido al calor sofocante del desierto catarí; y, no lo olvidemos nunca, a las corruptelas y la avaricia de los dirigentes de un deporte que no se merece nada de esto.

Y no se lo merece porque el fútbol es una institución social que ha marcado el último siglo y medio. Primero como entretenimiento inocente para la clase obrera, ahora como entretenimiento masivo, televisado y analizado sin parar. Es tal la dimensión del fútbol que toca muchos más aspectos de la vida y de la sociedad de los que se adscriben a las páginas deportivas de los diarios. Economía, sucesos, política nacional e internacional, cultura… Todo esto lo saben bien nuestros colegas de profesión de la Revista Panenka, capitaneados por Aitor Lagunas, uno de los periodistas más reputados del universo fútbol que ha sido capaz de hacer que una revista que utiliza el fútbol para hablar del mundo que nos rodea se mantenga al quite durante más de una década. Entre referentes la cosa suele funcionar bien. Así nace "Brazalete Negro" y la alianza entre Radio Primavera Sound y Panenka, y así nace uno de los mejores podcast de 2022.

"Brazalete Negro" une dos fenómenos: fútbol y podcast, que, como pasa con la música y el podcast, parecen idóneos para caminar juntos. Lo hace desde una intuición: muchos oyentes de podcast lo hacen para escuchar programas de True Crime, ese género que cada día está más de moda no solo en formato podcast (el éxito de "Crims" de TV3 es tan grande que ya ha dado el salto a la parrilla nacional con Movistar+, por ejemplo). "Brazalete Negro" acierta enormemente gracias a una visión sobre el concepto de crimen que ensancha lo vito o escuchado habitualmente en los shows de true crime. Un crimen puede ser también un escándalo de corrupción; un proceso judicial en una dictadura, falsas acusaciones para dinamitar una carrera… Unir este concepto al de un programa de fútbol es todo un hallazgo, un éxito que no solo podrán escuchar los aficionados al deporte rey, sino cualquier lector habitual de periódicos, aficionados a documentales “basados en hechos reales” u oyentes de RPS que confíen en el criterio de una plataforma que está poniéndole cara al mundo del podcast en el país.

Precisamente con el Mundial de Qatar ha comenzado la nueva temporada de "Brazalete Negro", un capítulo doble que es medicina y golosina, docere et delectare, una guía entretenida y bien documentada de por qué el Mundial ha sido tratado como escándalo. "Stretsolv: crimen y castigo en el fútbol soviético" nos lleva directamente a la URSS de los gulags y nos cuenta cómo podían ser tratados los díscolos, ya no son el régimen sino con las costumbres impuestas. "¡Muerte al traidor! La Stasi contra Lutz Eigendorf" es otro caso increíble, una historia sobre las prácticas de espionaje de la Stasi en la Alemania Occidental y las diferencias deportivas entre ambos lados del muro.

Aitor Lagunas y su equipo han conseguido lo que parecía imposible. Hacer un podcast de fútbol que no es de fútbol y que a los fans del balompié no nos parezca un menosprecio intelectual al deporte que tanto adoramos y, al mismo tiempo, un programa para que los más críticos con él tengan motivos de verdad para serlo. Y es muy entretenido, que es lo importante.