Con prólogo de Santiago Alcanda (RNE-3) llega este volumen que reúne hasta tres obras en un solo tomo. O al menos dos y un pequeño apéndice. Y es que, por un lado, tenemos la novela “Tramps”, por otro la autobiografía de su autor, y finalmente una pequeña selección de poemas en una edición que se extiende por encima de las quinientas páginas. No es de extrañar el subtítulo que acompaña a este lanzamiento. Y es que la definición de outsider le va a Elliott Murphy que ni pintada. De hecho, una de las conversaciones que más se deben haber dado en el mundo del rock es la que se produce cuando a alguien se le cita a Murphy y ante la negativa de este o el fruncido de ceño se responde “pues es buen amigo de Bruce Springsteen y ha tocado varias veces con él”. La pena –para él– es que Murphy es mucho más. No solo es un magnífico músico y un excelente compositor de canciones, sino también un escritor soberbio, tanto en prosa como en poesía, aspecto que convierte este tocho que tengo entre manos en una pequeña joya.
“Tramps” es una novela a lo Murphy. Con un montón de referencias musicales y que, en mi opinión, lo confirman como uno de los novelistas más importantes de la actualidad en Norteamérica. Y es que, aunque Elliott resida hace tiempo en París, él se siente orgulloso de sus orígenes, tal y como manifiesta ampliamente en la segunda parte de este libro. Una autobiografía más o menos convencional (ya saben, padres, madres, abuelos, antepasados, inicios…) que se beneficia enormemente del buen hacer de su autor con el lenguaje. Elliott domina los tiempos, las dinámicas, y, sobre todo, sabe escoger entre una carrera llena de anécdotas aquellas que aportan algo al lector. El resto cae por su propio peso. Uno de los libros musicales del año, no tengo duda.
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