Una de las citas más conocidas del director estadounidense Steven Spielberg es aquella que dice “Todas mis ideas cinematográficas tienen su origen en la infancia”. Y no vamos a contradecir sus palabras. De hecho, su última cinta hasta la fecha, la que también cierra este libro, “Los Fabelmans” es un homenaje a su vida de niño y al amor por el cine.
Spielberg tiene en su cabeza una auténtica fábrica de ideas, un mundo en el que la imaginación toma las riendas. Revolucionario en sus conceptos y en la manera de plasmarlos, el director de “E.T.”, “Tiburón”, la saga de Indiana Jones o “Jurassic Park”, tiene todavía mucho que contar y muchas inquietudes por resolver. Por esa razón, cuando se encapricha con revisar “West Side Story”, se le tolera el atrevimiento. Lo mismo sucede con las aventuras de Tintín de Hergé. Con títulos y temáticas históricas tratadas con precisión de cirujano, de “La lista de Schlinder” a “Salvar al soldado Ryan”, o ya como osado relator en “Atrápame si puedes”, con Leonardo DiCaprio y un Tom Hanks que le ha acompañado en buena parte de su filmografía.
Entonces, lo que propone este libro de 500 páginas, es un viaje por su cine. Hay el espacio necesario para cada unas de sus películas, exprimiendo cada detalle del rodaje, la acogida que tuvieron, anécdotas para los adictos a su legado y, lo más importante, rescata títulos que habían caído en el olvido y nos empujan a revisar la videoteca y el catálogo que aún hay en plataformas. Con capítulos también específicos, como el de “El padre de la generación geek” dando valor al trabajo que luego han hecho Bayona y J.J. Abrams o el que trata sobre el futuro, el papel de niños y niñas en el universo Spielberg y el del nuevo Hollywood. Asimismo, bloques que bajo la etiqueta de “imagen congelada”, retrata un plano o un instante. Por tanto, este es un libro imprescindible no solo para los amantes de la obra de Spielberg, también lo es para cualquier cinéfilo que se jacte de serlo.
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