Paz, amor y death metal

√Hace un par de años se publicaba en buena parte de Europa “No tendréis mi odio”, un breve libro autobiográfico en el que el francés Antoine Leiris nos narraba cómo era su vida tras la muerte de su esposa, cómo intentaba cuidar a Melvil, su hijo de apenas dos años de edad, como padre soltero y sobre todo cómo intentaba salir adelante después de una pérdida inesperada e injusta. En aquellas páginas, Leiris relataba también el triste periplo que recorrió desde que saltaron a los medios las primeras noticias sobre lo ocurrido durante un concierto de rock en París hasta que descubrió que sí, que su mujer sí había sido una de las víctimas (muchas, demasiadas para volver a recordar la cifra) del atentado terrorista que se sufrió el 13 de noviembre de 2015 en una sala de conciertos. Por desgracia, todos sabemos lo que ocurrió aquella noche en la sala Bataclan, mientras sobre el escenario estaban actuando los estadounidenses Eagles Of Death Metal.

La casualidad hizo que Antoine Leiris no estuviese en ese concierto, al que únicamente acudió su fallecida esposa. Y la casualidad hizo también que varios jóvenes españoles y seguidores del grupo de rock de Jesse Hughes estuvieran aquella noche allí, y sobre todo que vivieran para contarlo. Uno de ellos es Ramón González, un treintañero aficionado a la música y a la literatura, que decidió instalarse en París en 2011. Él estuvo allí junto a su novia y un par de amigos. Todos ellos sobrevivieron, pero en ocasiones superar un trance de tales características es mucho más complicado de lo que quienes jamás hemos pasado por algo así podemos llegar a imaginar. Y sobre eso precisamente trata “Paz, amor y death metal”, sobre cómo se supera algo así, pese a haber salido sin heridas físicas. El alma se quiebra, queramos o no, y tanto la cabeza como el cuerpo reaccionan al margen de nuestra voluntad. Eso es lo que transmite González en un libro en el que describe todo ello en un equilibrio perfecto entre claridad y emotividad, y sobre todo con una fluidez que nos revela que estamos ante una firma que podría brillar más en el futuro. En todo caso, esta vez consigue dar forma a un libro capaz de crear empatía en el lector sin caer ningún momento en ningún tipo de pornografía emocional gratuita.