La elaboración y posterior publicación de "Papeles subterráneos: Fanzines musicales en España desde la transición al siglo XXI" era algo necesario, además de un acto de pura justicia. De hecho, todas las bibliotecas del país deberían adquirir una copia de este libro orquestado por César Prieto con la colaboración de Manuel Moreno y Abel Cuevas, para contar con él en su catálogo. Un tomo cuyo objetivo es reivindicar y preservar el legado (en algunos casos impagable) de los fanzines nacionales de temática musical, y por extensión de toda aquella subcultura surgida en torno a ellos. Una ocasión que los autores aprovechan, al mismo tiempo, para ubicar el origen y posterior (e imparable) evolución del fanzine patrio, desde finales de los setenta y hasta casi la actualidad con los consiguientes ajustes ante las peculiaridades (favorables o de nefastas consecuencias) de cada época.
Prieto y compañía recopilan y desgranan, con tanto apego como fidelidad y claridad de ideas, la historia motivada por un tipo de producto que en décadas pretéritas y sobre todo en la era pre-Internet, resultó poco menos que una fuente de información imprescindible para los aficionados. Una alternativa en firme con respecto a la prensa “oficial” que operaba en paralelo y, con frecuencia, se veía condicionada por los propios intereses de la industria. Es el valor latente en esos incontables textos oficiosos, de alma underground y cuya única motivación parecía latir en el entusiasmo del editor. "Papeles subterráneos: Fanzines musicales en España desde la transición al siglo XXI" (Libros Walden, 21) oferta un pormenorizado repaso cronológico y genérico por decenas de los principales fanzines musicales aparecidos en la península. Una horquilla que abarca desde los más subversivos, reivindicativos y punk a otros de aspecto y talante naif que apuntaban sin tapujos hacia el pop, pasando por esas cotizadas publicaciones tangentes al universo mod o los que hicieron de la ironía su bandera.
Entre redactores, fanáticos y artífices del asunto se encontraban futuros periodistas, promotores o músicos, formando parte de aquella especie de tribu social surgida alrededor del fanzine y que tenía continuación en forma de quedadas, fiestas y conciertos. "Papeles subterráneos: Fanzines musicales en España desde la transición al siglo XXI" queda concretado, como no podía ser de otra manera, en un libro ampliamente visual, tras aglutinar a modo de muestra un sinfín de portadas y contenidos extraídos de los fanzines. Un ejercicio de nostalgia bien entendida que, además del evidente atractivo inherente al contenido de sus trescientas páginas, llega en forma de magnífica edición, prensada con calidad y en irónico contraste con aquel envoltorio de bajo coste presentado por los fanzines.
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