Como tantos pioneros, no tuvieron suerte. Llegaron demasiado pronto y también demasiado tarde, según el prisma. Prendieron el rock progresivo más aventurado en un país que aún no se había sacudido las legañas. Medraron en el campo de minas de la infrafinanciación, ante un mercado que no estaba preparado para acogerles. Y tuvieron que apañárselas siempre en la precariedad logística, pese a que su primer álbum, "Why?" (1972), es hoy en día aclamado como la pieza clave del progresivo español y también uno de sus pilares europeos.
No hacían folk, ni canción de autor, ni tonadillas veraniegas ni soul ni tampoco blues (aunque de esto último tuvieran) ni se expresaban en castellano o catalán ni reivindicaban otro entorno distinto, lo suyo era el escapismo desatado tras las puertas de la percepción, y en consecuencia lo tuvieron crudo para sostenerse sobre una formación estable.
Fueron un grupo de culto, de repercusión escasa, pero tampoco desdeñable: en torno a las 10.000 copias de alguno de sus discos. Duraron solo de 1969 a 1972. Àlex Gómez-Font reconstruye con minuciosidad todas las piezas del puzzle, no siempre fáciles de delimitar por la escasez de fuentes periodísticas plenamente fiables, y cuenta con el valor añadido de que el prólogo y el epílogo están firmados (respectivamente) por Enric Herrera y Jordi Batiste, sus dos principales puntales, que viven para contarlo. El resultado es un relato ameno y bien hilvanado, sin excesivos alardes ni afán literario, que se debe a la recuperación de un pedazo de nuestra historia que conviene rescatar del olvido.
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