Eduardo Izquierdo, colaborador habitual de Efe Eme, Ruta 66 o de esta misma casa y que anteriormente ya había publicado tomos sobre The Doors, Johnny Cash, Bob Dylan o Elvis Presley (entre otros), plasma en "Héroes Malditos" un brillante ejercicio de investigación y consecuente selección de entre ese largo listado copado por nombres malditos dentro del mundo de la música. De este modo, el barcelonés presenta un interesantísimo inventario en el que cada capítulo viene concretado con el nivel justo de detalle, lo que agiliza y a la vez intensifica el contenido del texto en cuestión y su propia lectura.
A lo largo y ancho del presente volumen, Izquierdo aglutina un total de treinta y tres protagonistas (secundarios, claro, dado el perfil argumental de la obra en cuestión) que por circunstancias caprichosas, conjunciones del destino, o desdichas de diferente pelaje, se quedaron a las puertas del triunfo o pasaron directamente a engrosar las filas del (injusto) olvido colectivo. Todo a pesar de resultar poseedores de un talento que aquí viene convenientemente probado, razonado y detallado. Y es que el autor consigue un doble hito, desarrollando doscientas páginas tan entretenidas como didácticas. A favor puntúa el impagable trabajo de indagación y su posterior perfil enciclopédico, que para el lector puede tener como recompensa el hallazgo de no pocos músicos defenestrados a un espacio residual de su memoria, cuando no directamente desconocidos. Pero es que, además, Izquierdo logra una cadencia inapelable mediante una estructura atractiva y funcional de consecuencias adictivas. “Héroes Malditos” se devora con voracidad al ofertar las azarosas, dramáticas –a veces cercanas a un humor negrísimo–, o tremebundas vidas (y muertes) de los seleccionados.
Desde The Big Bopper, Esquerita, Vince Taylor o Chan Romero hasta Nikki Sudden (de Swell Maps y The Jacobites), Jeffrey Lee Pierce (de The Gun Club), Richie James Edwards (de Manic Street Preachers), Neal Casal o Andrew Wood (de Mother Love Bone), pasando por Florence Ballard (de The Supremes), Pete Ham (de Badfinger) o Blaze Foley entre muchos otros nombres. Todos cuentan con una historia de lo más narrable, incluso cinematográfica en la mayoría de los casos, debido a unos sucesos en los que no faltan compañeros de profesión sin escrúpulos, accidentes, discográficas ambiciosas, estafadores, pésimas decisiones y, por supuesto, adicciones a drogas y alcohol de triste desenlace. “Héroes Malditos” recopila toda una colección de trenes que pasaron por delante de las narices del músico de turno... y luego de largo desviando así el foco de la fama. Ordenada (casi) cronológicamente, la referencia abarca diferentes épocas que van desde los cincuenta hasta la actualidad, además de un sinfín de géneros que incluyen rock & roll clásico, blues, country, soul, rock, folk, pop, indie o grunge, tendencias todas ellas siempre bien ubicadas en el contexto socio-temporal.
Un interesante compendio de textos, tanto por lo fidedigno del contenido como por lo increíble de lo acontecido en torno a cada una de tres decenas largas de figuras aquí desglosadas. Lanzado dentro de la colección Buenas Vibraciones de la revista digital Efe Eme, “Héroes Malditos” es un producto recomendable para cualquier aficionado a la música, siendo el único requisito para su disfrute mantener activa la curiosidad. Es el atractivo romántico inherente al artista de culto o el creador malogrado que ostentaba enorme potencial. Del injusto perdedor, en definitiva. El mismo que hace que, una vez comenzado, resulte muy difícil aparcar el libro en la mesilla.
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