Fiesta

"Fiesta" no es, por fortuna, el primer libro sobre música de la editorial madrileña Libros del K.O.. En los últimos años ya nos han regalado otros interesantes títulos como "Toma de tierra", de Bruno Galindo, "Aquí vivía yo" de Joan Vich, o "20 canciones" de Jorge Decarlini. Sí que es, en cambio, el debut literario de su autor, el vasco Asier Ávila, que tras quince años como operador de cámara y guionista de televisión, ha centrado sus esfuerzos en dos obras con su firma: este libro y la serie documental "Megamix Brutal" (RTVE Play).

Ambas piezas, libro y documental, tienen en la noche, las drogas y la música electrónica a sus protagonistas. Aún así, Ávila opta, de forma muy acertada, por centrar esta historia en una serie de personajes recurrerentes: gogós, discjockeys, empresarios, políticos… Esta decisión consigue darle un aspecto novelesco a una enorme cantidad de documentación periodística, haciendo que la lectura sea mucho más amena y ligera. Esa capacidad de organizar de forma clara y coherente una etapa tan convulsa es la mayor virtud de la obra, a la que le perdonamos algunos gazapos geográficos (como decir que Vilagarcía de Arousa está en la ría de Vigo).

"Fiesta" arranca en Ibiza, con el filósofo Antonio Escohotado como personaje principal, y rápidamente se expande al resto de la geografía española. La comunidad Valenciana y su Ruta del Bakalao ocupan una parte importante del libro, pero el autor no se limita al aspecto más obvio de este movimiento musical y sociológico que tuvo su boom en la década de los noventa en España. Madrid, Cataluña, Euskadi, Andalucía o Galicia también vivieron, en mayor o menor medida, el éxtasis discotequero. No faltan en estas páginas nombres de referencia como los DJ Chimo Bayo, Nando Dixkontrol. Monica X o Pastis & Buenri; el sello discográfico de referencia Max Music, fundado por Ricardo Campoy y Miguel Degà; las discotecas Amnesia, Ku, Radical o Attica; el empresario Alejandro Conde o el político Abel Matutes. Como todo género musical relevante, la electrónica abarcó un enorme espectro social y moldeó la cultura de final del siglo pasado y comienzos del actual. El techno, house, acid, trance EDM, breakbeat o chill out cambiaron la forma de salir, de relacionarse y de vestir de millones de personas. Y, como todo movimiento cultural influyente, también sufrió una dolorosa caída varios años después.

Asier Ávila consigue, con su prosa pulida, generar interés incluso a personas que no podemos estar más alejados de lo que se narra en esas páginas. A esto ayuda, también, esa parte criminal (atentados, secuestros, peleas, asesinatos, sicarios…) tan jugosa, que convierte la historia de nuestro país en el mejor de los thrillers.