Escenas de una infancia

Sin duda, adentrarse en la literatura de Jon Fosse supone todo un desafío para el lector, y es que su voz literaria no deja, como mínimo, indiferente a nadie. Penetrar por primera vez en la obra del escritor noruego puede resultar desconcertante, confuso, un laberinto de palabras que parecen entrelazarse a través de un estilo único y particular, que halla en lo minimalista, en la letanía de frases encadenadas en forma de espiral y en una prosa poética tan envolvente, tan hipnótica, sus mejores armas.

Jon Fosse (Noruega, 1959) está considerado uno de los autores más relevantes de la actualidad, siendo reconocido no solo por su obra traducida a cuarenta idiomas, sino también por su trayectoria dramatúrgica. Desde principios de los años ochenta ha escrito más de sesenta obras entre teatro, novela, poesía, cuentos infantiles y ensayo. En 2023, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura. A las numerosas obras recopiladas bajo el sello de Random House podemos sumar desde este comienzo de año, “Escenas de una infancia”, que reúne por primera vez en lengua española, una selección de varias piezas breves que aúnan su estilo tan representativo y una carga expresiva poderosa.

En “Escenas de una infancia”, Fosse camina como un funambulista sobre la delgada línea que separa los dos continentes literarios de esta obra, lo cotidiano y lo existencial que se mece con la mirada nostálgica al pasado, y que, en este caso, se funden en un abrazo en una serie de relatos, algunos de tintes autobiográficos aunque sin dejar de lado nunca la ficción, que nos hablan principalmente de primeras veces, amistades, el incipiente deseo, viejos amores, momentos de felicidad, fracasos, el paso de la niñez a la edad adulta... De los relatos aquí contenidos, destacaríamos “Escenas de una infancia”, “El pelo de Line” o “Fue así como empezó” como historias y retratos de un pasado anhelado, recogido en una prosa musical que evoca ingenuidad, ternura, una mirada infantil y emotiva para encapsular esos pedazos de vida que vuelven a nosotros como una fotografía amarilla. Y entre estos relatos se intercalan joyas como “Y ya puede venir el perro”, un relato que se desliza entre lo onírico y lo perturbador, una historia de violencia y la condición humana más primitiva. En la prosa de Fosse, hay algo cautivador, un acto de fe (el propio escritor confesó que sustituyó el alcoholismo por la fe religiosa), algo simbólico, místico, algo que rima con lo inenarrable, lo indecible, el silencio más absoluto.