El inquieto Manuel López Poy vuelve al ruedo con un libro que, sin duda, viene que ni pintado en estos tiempos en que el biopic sobre el rey del rock perpetrado por Baz Lurmann anda en boca de medio planeta. De hecho ayudará a poner algunas cosas en su sitio respecto a la película, y eso daría mucho que hablar, aunque ese no sea su objetivo. Este más bien se traduce en acercar la figura de Elvis a los menos versados en la materia cosas que, conociendo al escritor, consigue de sobras. Pero es que para los que hemos leído, y mucho, sobre Elvis, el tema también funciona. Lo hace por la manera de escribir de Poy, siempre ligera y amena, por su forma de explicar las cosas, cercana y sencilla, y porque, de vez en cuando, va bien recordar algunas cosas y volver a pincharse alguna scanciones. Además el diseño del libro acompaña –no tanto su portada– con bloques, QR’s insertados y un buen trabajo de maquetación.
Viejo zorro, el gallego, acaba además con pequeñas guindas que sirven de magnífico anzuelo para aquellos más tiquismiquis acostumbrados al digno arte del “qué me va a contar a mí que yo no sepa ya”. Lo hace con capítulos dedicados a “los otros Elvis”, es decir imitadores de Presley o a lo mucho que se ha hecho con su marca, entre otros aspectos que dotan de originalidad al volumen. Capítulos que, por supuesto, darían para libros propios pero que aquí ponen el gusanillo en el cuerpo del lector para indagar algo más sobre varios temas.
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