Historias del Heavy Metal

Una suerte tener en este país gente que escriba como Eloy Pérez. Y esta afirmación se justifica con una frase muy sencilla: él es capaz de aportar algo. En un sector plagado de libros que se escriben por encargo y en los que los firmantes simplemente se limitan a vomitar datos, sin ningún tipo de interés por diferenciarse de la masa, Pérez es capaz de hacerlo. Porque no solo escribe de maravilla sino que además aporta un sentido del humor brillante, que no necesita de demasiado artificio para que el lector disfrute con sus textos. Ambas, dicho sea de paso, son cosas que ya sabíamos, pero no está de más recordarlas.

Aquí se mete en el berenjenal de explicarnos historias del heavy metal que de una manera u otra ilustran al género. Lo hace combinando anécdotas ya sabidas por la mayoría, pero que deben estar, claro, con otras totalmente hilarantes e impactantes que sorprenderán hasta a los más avezados seguidores de las manos cornudas al aire. En el primer caso las dota de esa ironía que apuntábamos para conseguir que volvamos a leerlas, y en el segundo lo combina con datos que directamente alucinarán al lector ante la dificultad para creérselos. No desvelaremos más. Que muchos son capaces de matarte por un spoiler. Aunque entre tanto elogio, vamos a ponerle un pero y a bajarle algo la nota, para que se esfuerce algo más en el siguiente. Y es que en esas historias menos conocidas el toque humorístico desciende, y uno lo echa de menos. Vale, no es un libro de chistes, pero algunas de esas historias hay que tomárselas como tal. En cualquier caso, muy bien, oigan.