Que Mariana Enríquez es una de las autoras más imprescindibles que nos ha dado el siglo XXI quedó más que refrendado con la colosal “Nuestra parte de noche”. A raíz de semejante logro novelesco, la trayectoria de la escritora argentina en España ha cobrado velocidad de crucero. No es para menos, leyendo sus libros de cuentos o novelas como “Bajar es lo peor”, queda de manifiesto la grandeza de una autora que, buscando la vía fácil, podría ser descrita como la versión gótica de Roberto Bolaño. No es poco piropo para alguien capaz de transportarnos hasta el tuétano del realismo por media de la metáfora fantástica, algo que, de alguna manera, también ha llevado a cabo a lo largo de todos sus años como periodista.
Precisamente, en esta recopilación de más de ochocientas páginas se presentan ante nosotros innumerables textos de la bonaerense centrados en sus dos máximas pasiones: la literatura y la música. En torno a estos dos ejes temáticos, se cuece la propia identidad de la autora, que no duda en inclinarse hacia las novelas de terror de Anne Rice o autores con aura fantástica tan diversa como las de Neil Gaiman, Lovecraft o Mary Shelley.
Por la parte musical, los gustos de Enríquez se inclinan hacia figuras torturadas como Townes Van Zandt, Kurt Cobain o Nick Cave. El recorrido dispuesto subraya la innata capacidad de Enríquez para comunicar. La empatía a nivel subconsciente que emana de sus descripciones y sentimientos personales se traduce en un tratado monumental de sus dotes literarias. Porque, más allá de la ficción, donde Enríquez está armando una trayectoria complementaria de gran peso es en la vía ensayística. La misma a través de la que ya nos ha entregado volúmenes imprescindibles para entender su ADN al cien por cien como “Alguien camina sobre tu tumba” o este “El otro lado”.
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