Después de devorar ‘Un chaval del barrio’ (Contra, 22), la pasional e imprescindible autobiografía de Bobby Gillespie de Primal Scream publicada recientemente en nuestro país, no puede haber una lectura más apropiada para dar continuidad a la euforia que el presente volumen. Entre otras cosas, porque es de sobra conocido que el propio Gillespie ejerció de baterista en The Jesus & Mary Chain durante la primera época del combo, participando en no pocos (accidentados) conciertos y grabando junto a los hermanos Reid y Douglas Hart el seminal ‘Psychocandy’ (Blanco y Negro, 85).
‘Besos de Alambre de Espino: La historia de The Jesus & Mary Chain’ (Ondas del Espacio, 22) es, por tanto, un libro idóneo para continuar degustando aquellas aventuras y desventuras vividas por viscerales y visionarios músicos escoceses a lo largo de la década de los ochenta y posteriormente también los noventa. Unos años en los que lograron sortear el gris natural de su ciudad amparados por cambios determinantes en la escena musical, mientras distorsiones, alcohol, ruido, drogas y música catalizaban el ardor de los protagonistas. Publicado originalmente en 2014, ‘Besos de Alambre de Espino: La historia de The Jesus & Mary Chain’ (Ondas del Espacio, 22) supone una retrospectiva fidedigna y emocionante, documentada para la ocasión con declaraciones exclusivas de un sinfín de protagonistas que van desde los mismos Jim Reid, Douglas Hart o Bobby Gillespie, al no menos mítico (y principal instigador del cuarteto) Alan McGee de Creation Records. Por su parte, William Reid rehusó participar en la elaboración de la tesis, pero aparece en forma de manifestaciones de archivo que rematan el puzzle. De este modo y aunque ésta no pueda considerarse una autobiografía al uso, son los miembro del grupo (y sus compinches más allegados) quienes tiran de recuerdos para narrar en primera persona la historia y el devenir de los acontecimientos.
Unos trazos convenientemente ordenados y completados con maestría por Zoë Howe, hasta articular esta descriptiva e implicante referencia que coloca al lector en el epicentro de aquel torbellino motivado por el mítico grupo de East Kilbride. La escritora es la encargada de colocar, argüir y, en definitiva, trazar la trayectoria de una de las formaciones más influyentes y cool que jamás haya existido. Y es justo ese pulso argumental que la autora consigue desde la primera (los orígenes) a la última página (allá por 2014), el que convierte al lanzamiento en un relato sencillamente impagable.
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