El anterior disco de Backyard Babies fue el de la polémica. Casi criminalizados por muchos por (supuestamente) haberse vendido, aceptados así como mal menor por otros (entre los que me incluyo) o disfrutados incondicionalmente por algunos antiguos fans -a los que se sumaron menos nuevos de los esperados-, el caso es que "Making Enemies Is Good" supuso un punto de inflexión claro en la carrera de los suecos.
Partiendo de él, Dregen y compañía dan ahora otro paso adelante sin que suponga, en principio, un cambio de rumbo significativo. Pero, atención, dejando las estériles discusiones sobre integridad aparte, cabe coincidir en que "Making Enemies..." se sostenía sobre muy buenas composiciones, y eso es precisamente lo que escasea en este "Stockholm Syndrome". Además, aunque sus nuevos riffs de guitarra parecen hermanos gemelos de los que ya les conocemos, estos adolecen aquí de la pegada que les caracterizaba en el añorado "Total 13", por ejemplo. Por otro lado, tampoco da la impresión de que vayan a proporcionarles el estrellato que tanto parecen ansiar. Con todo, y a pesar de algún tema muy prescindible, el disco se deja escuchar. Eso sí, evitando comparaciones con los tiempos pasados de punk sleazy.
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