Cuatro años después del excepcional “Cuatro caminos”, y dos del impactante CD-DVD en directo “Un viaje”, llega la décima entrega de la banda más popular e interesante del rock latinoamericano.
Fieles a la máxima de no repetir formulas, nos entregan su disco más rock y pop. Curiosamente siempre se alejaron de los cánones de las bandas de rock, algo que les llevo a sus raíces mexicanas, sin rechazar el eclecticismo. Este “Sino”, símil escrito de ying-yang y que en mexicano significa destino, ha sido co-producido de nuevo con Gustavo Santaolalla. Y aunque se barajó la idea de obra conceptual, Rubén, Meme, Joselo y Quique optaron por el formato canción dándole más vida al grabar tocando todos a la vez. Los envolventes casi ocho minutos de “Volver a Empezar”, con tres diferenciadas partes, resume la esencia de sus quince nuevos temas. Guiños a The Who en el genial “53100”, a The Beatles en “Vámonos”, temas muy tacubos como “Cierto o falso” y un inicio fantástico con “Seguir siendo” y “Tengo todo” acoplados. A destacar el gran trabajo de arreglos, esos coros pegadizos y unos teclados sobresalientes. Además se han repartido la tarea de vocalista principal. Y como muestra del buen ambiente, cierran el disco con el casi psicodélico “Gracias” y con un irónico solo de batería de Víctor Indrizzo (Beck, Gnarls Barkley) que colaboró con ellos. Solo a los grandes la reinvención les sienta tan bien.
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