I Ka Kené

Qué levante la mano aquel que no pensara la primera vez que oyó “Dannayá” que se trataba de un fake. Pues no, no lo era. La mayor de las Llanos descubrió las grandezas de la música africana de mano de un malinés que conoció y engatusó al resto de la banda a tomar este giro que prosigue a la petardada pro-Ciccone de “Follow The City Lights”. “I Ka Kené” es un delirio continuo, uno de esos discos que uno oye entre amigos para lanzar casquería verbal pese a temas como “Junette” o esa canción homónima que no nos debería extrañar que en breve hiciera pupita en las listas. Los madrileños se ponen el mundo por montera y desmarcándose de lo que eran consiguen entretener por momentos (esto lo escribe uno con “A Bullet To The Heart” y “Any Love” en modo repeat), pero obviamente nadie puede dejar de pensar que Dover hace trece años eran una digna promesa exportable del rock patrio. Ellos están más que satisfechos con su nuevo retoño, de modo que no vamos a arrebatarles tal ilusión. Renovarse o morir podría decirse, a pesar de que en su conjunto el álbum cojea al no hacer eclosionar un puñado de bondadosas ideas que, finalmente, van por libre con el paso de los minutos y suenan a parodia africanista más que a otra cosa (donde se enmarca “Yafama”).