Irlanda es cuna de grandes músicos, muchos de ellos solistas, capaces de derretirnos. Hablamos de gente como Glen Hansard o Fionn Regan por poner ejemplos recientes. Tras dos Ep’s fabulosos, nos llega el primer largo de Hozier, que incluye los mejores temas de ambos junto a nuevo material. “Take Me To The Church” no podía faltar. Entre los nuevos temas, un hermoso dueto con Karen Cowley, cantante y teclista de Wyvern Lingo. Todo el disco supura blues, un blues barnizado, por las melodías de poderoso soul de Andrew Hozier. En un tema como “Jackie And Wilson”, el tema más blues del disco, incluye unos toques gospel que impresionan. Cuando quiere (en incendiarios cortes como “It Will Be Come Back” o “To Be Alone”) puede sonar como nacido en Chicago, para pasar a mostrar una simple, cruda y elegante producción (obra de Rob Kirwan) que da una vida impagable a piezas como “Work Song”. Unas letras comprometidas, personales y muy emotivas dan empaque a un disco muy, muy redondo. Hozier tiene la misma magia de Jeff Buckley, pero sin tanto furor rockero o con el misticismo de Anthony Hegarty sin sus excesos de sinfonismo. Tras verle en París en un concierto memorable, ya no me quedan dudas: Hozier tiene un gran futuro por delante.
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