¿Qué imagen más poderosa se os ocurre que una melé de Gargantúas? ¿Y quién debería ser el responsable de poner la banda sonora a esta brutal refriega? Atom Rhumba, naturalmente. El ahora quinteto vizcaíno navarro -se incorporan Joseba Irazoki e Iñigo Cabezafuego- vuelve por sus fueros como si no se hubieran marchado nunca, espachurrando la teoría del blues-rock y dejando más clara aún su impronta. A saber, esos ritmos de batería marca de la casa (si no te electrifican el cuerpo “The Secret Tongue Dance Society”, “Cynic Skin” y “I’m Coming” es para hacérselo mirar), el gusto por retozar con los falsetes (“Stella”), la configuración de medios tiempos ora hipnóticos ora fronterizos (“River And Death”)… y se podría continuar analizando los highlights de cada tema y nos quedaríamos sin líneas. Porque los hay, porque han registrado su mejor disco -y ya sabemos que esto huele a tópico que echa de espaldas, pero es verdad- e incluso redireccionan su discurso por los meandros del hardcore y el jazz más abrupto convirtiéndolo en un disco mayestático. Insisto: no hay mejor definición que el título.
Deep thought! Thanks for conunibttirg.