Future Brown
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Future Brown

8 / 10
Luis J. Menéndez — 13-02-2015
Empresa — Warp / Music As Usual
Género — Electrónica

Hace tiempo que el reggaeton salió del ghetto para convertirse en ritmo global y
que el virus haya infectado ya al sello de electrónica más exquisito del mundo
tampoco debería sorprendernos demasiado... Su característico ritmo y el habitual
uso y abuso del autotune golpea de lleno a uno de los temas de este disco,
“Vernáculo”, en el que Future Brown cuentan con la colaboración de Maluca
animando al debate sobre la apropiación indebida y por qué mover el cucu resulta
más político que, por poner un ejemplo, desnucarse a base de hacer headbanging.

Lo cierto es que entre videoclips que ironizan sobre los spots de belleza en TV y su
modélica paridad sexual y étnica, esta suerte de supergrupo compuesto por los dos
componentes de Nguzunguzu, J-Cush y Fatima Al-Qadiri parece la banda perfecta
para alargar la discusión de las bondades y perversiones de la globalización y el
colaboracionismo en la música de popular de hoy . De hecho desde su centro de
operaciones en New York Future Brown recurren en su debut a una larguísima
lista de colaboradores como voces invitadas: Kelela, 3D Na'Tee, Tink, Shawnna,
Timberlee, Riko Dan o Roachee, entre otros muchos, se dan cita en un all star que
pretende ofrecer una muestra del actual panorama de bajos gruesos en un viaje
sonoro que incluye incursiones en géneros como el footwork, el grime, el r’n’b, o el
citado reggaeton.

Future Brown no son turistas -algo de lo que sí podía pecar por ejemplo el
orientalista “Asiatisch”, el disco en solitario para Hyperdub de la kuwaití Fatima
Al-Qadiri- y su apropiación de esos sonidos es consecuencia directa de su
inmersión desde hace años en diferentes escenas de club esencialmente eclécticas
en EEUU e Inglaterra, de experiencias de intercambio cultural como su paso por la
Red Bull Academy de Madrid. Y será por eso que “Future Brown”, el álbum, cuenta
con una línea narrativa que no salta por los aires a pesar del goteo constante de
colaboraciones o de momentos de debilidad –la dulzona “Dangerzone” con Kelela
es de todo menos peligrosa-, siempre respondidos con subidotes de adrenalina sin
contemplaciones.

Y es que el debut de Future Brown viene a ser una versión sofisticada y juvenil de
los álbumes que Kevin Martin graba bajo su alias The Bug, igualmente
experimentos -colaboradores mediante- de posibilidades del soundsystem y las
propiedades sanadoras de los subgraves. A tenor del resultado final de ambos
cualquiera diría que Londres es a día de hoy una ciudad infinitamente más
peligrosa que New York, aunque también es cierto que Martin es un perro viejo
con treinta años de aberraciones sónicas a sus espaldas. Démosles tiempo: por el
momento y más allá de algún que otro “pero”, el primer disco es un claro “thumbs
up”.

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