Podríamos hablar del arco de un discurso que pierde brillo desde las hostias sociales de The Jam, pasando por los caramelos amargos de Television Personalities para llegar a unos nuevos grupos que despiertan el tigre que hay en ti con el sonido, pero sin las palabras. Pero, claro, en las revistas de música se habla de música.
Por lo tanto, lo que hay que hacer es hablar del brillo y la energía que desprende el debut de esta banda de Leeds, sobre todo en la hipervitaminada primera parte de “Employment”. Allí, conjuran el vitalismo de The Times, los teclados de The Wake, las guitarras cortantes de Josef K y nos invitan al pogo de los eufóricos y a las canciones que acaban en gritos deliciosamente mongoloides. En la segunda mitad, se ponen pesados como los Blur más idem con una épica glam mal interpretada. Por tanto, hay que quedarse en unas primeras canciones de coros tarareables justo antes de que suenen, de sonido contundente y bien producido –quizá demasiado-, de invitación a berrear y birrear en conciertos y a levantarte por la mañana. En el pelotón de The Fever, Franz Ferdinand o The Futureheads. Con chispa, ritmo, incluso talento en las canciones donde la tensión se mantiene y no bajan la guardia. Un disco de esos de “Thanks goodness, it´s friday”.
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