No nos andaremos con rodeos. D'angelo And The Vanguard firman un disco que es desde ya un clásico del soul/funk, un trabajo redondo y tocado por la varita del todopoderoso. Sexy y con una fuerza que te deja sin aliento, desde la inicial "Ain't That Easy" hasta el diamante final de "Another Life", las canciones se van sucediendo y la calidad excelente en todo momento no baja.
Mientras Prince juega a ser un marciano en su última publicación, D'Angelo es terrenal, pero no por eso de menor importancia que el genio de Minneapolis. Baterías rotundas, bajos musculosos, guitarras sucias, teclados y arreglos estratosféricos forman junto a unas letras inspiradas e inspiradoras un disco, repito, de notable altísimo, cimentado en canciones con mil detalles que fluyen y te llegan a lo más profundo.
D'Angelo adopta mil formas, el romántico en “Really Love” no tiene nada que ver con el vacilón de “Sugah Daddy” y mucho menos con el rockero de “Prayer”. Todo en este disco tiene un sentido, un fin. D'Angelo sabe que juega con ventaja porque es un verdadero genio. No hace falta más que escuchar las dos partes de “Back To The Future”, con su infinidad de matices, para tenerlo claro. Doce joyas en los que la voz cálida de D'angelo te perfora el corazón para dejarte enamorado y abatido.
Sin duda, mejor disco de lo que llevamos de 2015