A medida que te haces mayor –o maduras, que tampoco somos tan viejos- comprendes que el paso del tiempo sólo es una obsesión entre los menores de veinticinco. Una vez superada esa barrera asumes que no hay nada que hacer y empiezas a preocuparte por otras cosas –trabajo, pareja, no parecer demasiado estúpido, etcétera-.
Precisamente por eso te sorprende escuchar a alguien de veinte años hablando de su pasado, porque a los veinte se supone que no tienes de eso. Lo que sí tiene Dylan Baldi, líder de Cloud Nothings, son dos discos anteriores y una considerable montaña de angustia juvenil a la que necesita dar salida. Baldi ha sentido la necesidad de romper con un pasado que se remonta a 2009, cuando grabó el primero de esos álbumes, encargando las labores de producción de “Attack On Memory” a Steve Albini, una decisión con la que escenifica su apostasía del lo-fi.
Pero la elección de Albini no es casual: en su tercer largo Cloud Nothings también han dejado atrás el punk-pop inocentón de sus anteriores discos y virado hacia un sonido más punzante y a ratos opresivo en el que se adivina la influencia del hardcore punk de los ochenta.
Menuda crónica... ¿?