Así que podemos empezar a pensar que tal vez nos estemos equivocando de saco. Porque su segundo largo arranca con la guitarra emulando los punteos enloquecidos de Greg Ginn, porque la vocalista, lejos de reivindicar a Siouxsie Sioux parece dispuesta a sacar a la luz el legado de las Ut, y porque una vez comprobada la nómina de colabores y amigos del quinteto de San Francisco encontramos nombres bien alejados del kitsch neoyorquino: Sonic Youth, Black Dice, Matmos, media plantilla de Tigerbeat 6 y otro tanto de Kill Rock Stars. Por eso y por trece temas que desfilan a velocidad de vértigo, apuntalados por el primitivismo rítmico característico del género femenino –esa discriminación positiva...– es que "At Crystal Palace" se convierte en el uno de los más certeros exabruptos del punk cerebral desde los buenos tiempos de Blast First.
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