Mercury´s Rainbow
DiscosZomby

Mercury´s Rainbow

6 / 10
Raúl Linares — 12-01-2018
Empresa — Modern Love
Género — Electrónica

La carrera de Zomby viene marcada por ese pelotazo que fue "Where Were U In '92?" (Werk Discs, 2008), donde ser marcó un homenaje al sonido rave de los noventas que supuso una pequeña revolución, ayudado en parte por el anonimato que tenía por aquel entonces. Se encontraba entonces en el momento justo y el lugar adecuado, ya que justo en el momento de su publicación  se estaba produciendo un revival del UK garage/rave que continúa todavía hasta nuestros días.

Con el paso del tiempo y de los discos se supo su nombre (Justin James Moulds) y también comenzó a evolucionar y moderar su sonido y a cambiar de sello, pasando durante un par de albums por el respetable 4AD, otro en el mítico Hyperdub, acabando por recalar con este último trabajo en el también respetado Modern Love. Entre medias cayeron una buena cantidad de EPs y colaboraciones, algunas de ellas con alguno de sus héroes/influencias más claras como Burial o Wiley. Precisamente a Wiley y su eskibeat es a lo que más suena este "Mercury´s Rainbow", un sonido que siempre le ha acompañado pero que en este disco es dominante; de hecho él mismo ha reconocido que este disco data de unas sesiones de grabación realizadas durante dos semanas del 2008 en las que andaba más influenciado por ese sonido.

Como en las producciones de Wiley aquí la paleta de sonidos es limitada y se centra en unos cuantos efectos, bajos y ambientes repetidos hasta la saciedad. Efectos y sonidos que parecen sacados de algún juego de consola y que se repiten a lo largo de los dieciséis temas que contiene el álbum; eso sí, los temas son cortos, haciendo que el disco no llegue a durar ni cuarenta minutos y dejando los temas a veces como proyectos inacabados, cortados de sopetón en determinado momento en el que se cansó o vio que la cosa no iba a ningún sitio. Tampoco podemos hablar aquí de canciones al uso, aunque algunos ("Poison", "Silver Ocean" o "Whirpool") muestren alguna melodía destacable. El problema radica que para los no iniciados en el eskibeat o para los que le gustó pero ahora le parece algo desfasado, puede llegar a cansar bastante, ya que el escuchar los mismos sonidos, trucos y efectos durante cuarenta minutos llega a desesperar. Quizás al ser escuchado en un club, en medio de una sesión, la cosa mejore, pero si lo vas a comprar para escucharlo en casa tranquilamente -como se podía hacer con alguno de sus anteriores discos- mejor olvídate.

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