Pachinko Plex

Armados con polirítmias, matemáticas y un auténtico caleidoscopio sonoro tan excitante como sorprendente, la hiperactiva unidad creativa conocida con el nombre de Za! Regresa con "Pachinko Plex", la enésima reencarnación en una carrera que ha llevado a los catalanes a situarse en un terreno inclasificable: una liga en la que solo juegan ellos. Una vez más, el resultado es excelente.

Cada vez más alejados de los lenguajes musicales convencionales (si es que alguna vez se le ha podido aplicar a Za! el término “convencional”), a lo largo de su nuevo trabajo los catalanes transitan sin complejos por una multitud de sonoridades e influencias que dan como resultado un disco apasionante y desconcertante a partes iguales, en el que el dialogo entre lo orgánico y lo sintético se concreta esta vez en una especie de duelo entre un apabullante trabajo rítmico a base de sincopas y ritmos imposibles y un despliegue de sintetizadores y secuenciadores que sumergen al oyente en un universo donde convergen el jazz (enorme "Solo Chezz"), el breakbeat, las influencias hip hop y un poso de kraut rock progresivo, todo presentado a modo de juerga sin descanso. La sensación de que las composiciones surgen fruto del azar o el simple instinto es engañosa: en "Pachinko Plex" hay un trabajo de composición espectacular y un mimo en la producción que dejan bien claro que Za! no es simplemente un vehículo de escapismo experimental. Poco de azar hay en un disco en el que todo está medido y pensado a la perfección, y que aún y así resulta fresco y sorprendente, sin un ápice de intelectualismo: "Pachinko Plex" es, ante todo, un disco divertido, fresco y luminoso.

Podría decirles que por momentos me han recordado a los Trans Am más espesos ("Pachinko: Las Monedas"), o que en otras ocasiones recuerdan a unos Battles puestos de speed ("Avances 123"). Podría citar a Tortoise para hablar de "Pachinko: Riff Madre", o podría dejar caer los nombres de Liars, Gang Gang Dance e incluso Akron Family, pero sería quedarse corto y no hacer justicia a un disco que va mucho más allá. En "Pachinko Plex" hay todo eso, pero hay mucho más. Hay aires tropicalistas y hay una marcada influencia del afrobeat, hay voces tratadas como instrumentos a modo de beatboxing imposibles (escuchen las respiraciones de "Pachinko: Tramuntana"), hay múltiples arreglos percusivos y de vientos combinados con la frialdad del sonido de los sintetizadores y, sobre todo, hay un irreverente sentido del inconformismo y la diversión ante el que sólo puedo quitarme el sombrero. Lo dicho: un trabajo excelente.