Los Strokes han sabido dar con la tecla de lo popular porque, de lo contrario, no hubieran conquistado al gran público. Lo de The White Stripes es distinto. Jack White no renuncia a cierta complejidad, es decir, a ser un genio pese a que su lenguaje musical (blues, soul, rock) sea en apariencia sencillo. Lo de Kings Of Leon, por su parte, tiene que ver más con los primeros que con el segundo. Desparpajo y simpleza para retomar la esencia de un rock sin alardes o barroquismos. Un rock salpicado de esencia sureña, que anda a la busca y captura de ese gran público que los de New York, pero también el de Detroit, han demostrado que existe. Un público al que ya están llegando gracias a la inestimable ayuda de los medios y al poder de enganche de unas canciones que dan el pego. Un gol en forma de hype que deberá ser observado de cerca para ver como crece. De momento ganan uno a cero.
In awe of that ansrwe! Really cool!