Eric San (Kid Koala) hace del tres su número fetiche: un disco cada tres años (y éste es el tercero), y con una duración de treinta y tres minutos y treinta y tres segundos. Y como no hay dos sin tres, a los cortes titulares añade un bonus track de duración mínima y completa su particular cuadratura del círculo. Lástima que no todo sea tan perfecto: maneja el arte del turntablism como pocos y sus scratches tienen mucho más contenido que una simple demostración de técnica, pero le falta ensamblar todo eso en historias más allá de las viñetas (muchas de ellas brillantes, eso sí); convertirse en narrador y no sólo en Dj, así que lo mejor aún debe estar por venir. En el primer tema, compuesto de nueve pequeñas piezas (la mejor, “Party At’s Eric”, llega al final), juega con pianos ragtime, jazz y un aire clásico, haciendo un hip hop de dibujos animados y películas en blanco y negro, resultón y entretenido. Mejores resultados ofrecen los segundos quince minutos, esta vez tirando de blues y guitarrazos heavies, rescatando a uno de sus propios personajes (Nufonia, protagonista de una novela gráfica firmada por este polifacético artista) y haciendo gala de un agudo sentido del humor. Y para terminar, otra más de numerología: a lo largo de este álbum deja caer tres -cómo no- avances de un proyecto (Slew) que pronto debería dar nuevas noticias.
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