You Are The Quarry

Los siete años que han pasado desde “Malajusted” han surgido efecto. La excitación por contar con un nuevo trabajo de Morrissey crecía año tras año haciéndonos incluso creer en espejismos, mientras las nuevas generaciones clamaban por él tras descubrir al artista, al mito. Ahora, con “You Are The Quarry” entre las manos, uno alberga mayores esperanzas. Las alberga porque, sin alcanzar los logros de “Viva Hate”, “Your Arsenal” o “Vauxhall And I”, el británico nos presenta un trabajo en el que madurez no conlleva agotamiento, en el que la clase no se confunde con el agarrotamiento. Morrissey se mantiene tan locuaz como siempre y por lo general sus textos, como los folios en blanco, cortan con precisión quirúrgica si se saben manejar.

Lo que ocurre es que Morrissey ya no busca sorprender y se limita a ser él mismo. Nos podría haber dejado patidifusos de haber firmado un disco completo con la energía del arrollador single “Irish Blood, English Heart”, y no nos hubiese extrañado tanto teniendo en cuenta que ha acudido a un productor de rock como Jerry Finn para dar forma al disco y que mantiene a su lado a sus guitarristas Boz Boorer o Alain Whyte. Pero no, Morrissey ha optado por continuar desarrollándose como le hemos conocido, añadiendo eso sí algo de teclados (en manos del colaborador de Beck o Air y ex Jellyfish Roger Manning) y efectos electrónicos, pero componiendo dentro de las directrices de su bis más clásica. Por suerte, si bien eso no le ha permitido crear uno de sus mejores discos en solitario, sí sirve para que disfrutemos de algunas canciones que bien valen este retorno: “America Is Not The World”, con su ritmo pregrabado inicial; “I´m Not Sorry”, con sus acústicas; “First Of The Gang To Die”, con uno de los estribillos más juguetones del álbum o “I Like You”, con sus guitarras fronterizas y su eficacia pop.