Stuff Like That There

Apasionados melómanos como son, a Yo La Tengo no solo se les presupone una vasta cultura musical, sino también la capacidad para estampar sobre cualquier creación ajena una exclusiva rúbrica personal. No importa que el material original provenga de Hank Williams, The Lovin'Spoonful, Sun Ra o The Cure. Al final, todas y cada una de esas canciones acaban sonando a Yo La Tengo, por mucho que la maleación a la que las someten ni mucho menos sea tan osada y voraz como para desfigurarlas por completo. Y a eso se han aplicado en este delicioso “Stuff Like That There”, un álbum que retoma la misma idea sobre la que trabajaron en el ya lejano “Fakebook” (1990): reinterpretar un puñado muy heterogéneo de clásicos de la música popular junto a reformulaciones de algunos temas propios (en este caso, cosas como “The Ballad of Red Buckets” o “Deeper Into Movies”) y un par de temas nuevos (“Rickety”, “Awhileaway”), por el simple gusto de hacerlo.

Al igual que hace 25 años, Dave Schramm se ha sumado al empeño, y Gene Holder ha repetido a los controles. Que el resultado final depare un saldo tan unitario ya es algo achacable a su extremada pericia, consolidada a lo largo de casi tres décadas solidificando un estilo tan reconocible. Así que lo que podría pasar por un disco simplemente menor se acaba antojando una golosa ambrosía para ir entreteniendo al personal, a la espera de buenas nuevas. Un bendito pasatiempo (ojalá todos fueran iguales) que refrenda por enésima vez el ingenio de Kaplan, Hubley y McNew para tejer, lejos de cualquier sarpullido eléctrico, un manto de folk rock volátil, tan agradecido como una brisa de verano. Otra colección de canciones que destila el hechizo de lo aparentemente casual. Algo al alcance de muy pocos, que ellos logran con la aparente naturalidad de quien simplemente se limita a seguir respirando.