En esta nueva entrega se cede con más facilidad a la épica, y la sutilidad de antaño queda prácticamente abandonada, la producción de Albini no es todo lo efectiva que se desearía pero hay mucha miga todavía que aprovechar.
Escuchen sino los seis primeros minutos del disco, de lo mejor de la carrera del grupo (donde ceden más espacio al trabajo de ambientes y texturas) y sobre todo aprovechen ese discurso político “antiglobalizador”, con esa impagable contraportada estableciendo una relación entre la industria armamentística y la musical, y es que el compromiso es algo poco visto en la música hoy en día y es algo que se debe valorar.
Un compromiso doble, tanto ideológico como musical, puesto que aunque compositivamente la cota alcanzada no sea superior en absoluto a anteriores, el disco sigue siendo un paso adelante por lo que GYBE! suponen para la música contemporánea, aunque, y eso sí que hay que decirlo, un paso no todo lo grande que se desearía.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.