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“?” ha sido, por desgracia, el último disco de XXXTentacion. Su muerte el pasado 18 de junio dejaba huérfanos a sus fans, a la vez que el magnetismo por su personaje aumentaba hasta sus consecuencias más fatales. Entre estos efectos colaterales está la de romantizar a la persona, algo peligroso si tenemos en cuenta que estaba a la espera de juicio por violencia machista contra su ex pareja y que tenía pendientes más de una decena de cargos.

Poniendo el foco en la música, este segundo álbum —el cual esperaba una continuación este mismo año— ha ampliado el campo de experimentación de su debut, “17”, combinando una gran cantidad de géneros filtrados a través de una pátina lo-fi. El propio X había comentado su influencia por artistas alejados de los márgenes del hip-hop como Kurt Cobain, Three Days Grace o The Fray, entre otros. Ello se traduce en una gran naturalidad para fluir entre estilos como el emo impregnado en canciones como “Pain = BESTFRIEND”, junto a Travis Barker (Blink 182); el lirismo boom-bap de la Costa Este en su colaboración con Joye Bada$$ en “infinity (888)” o manteniendo la esencia de ese primer disco con “Before I Close My Eyes”, encargada de poner el cierre. Sin embargo, esa virtud de la naturalidad funciona aquí como navaja de doble filo, haciendo que muchas de las canciones parezcan pinceladas, ideas a medio acabar, con una estructura bastante pobre.

Las letras sirven de pegamento entre la amalgama de estilos, expresando un tipo de emociones con las que muchos jóvenes se sienten identificados y con las que tienen que lidiar a diario. La crudeza y la visceralidad con la que expresa la depresión o comportamientos obsesivos es sin duda uno sus puntos fuertes, así como su versatilidad no sólo en términos de género sino también de tono. Aunque no haya sido su mejor trabajo, la carrera musical de XXXTentacion prometía grandes cosas, en especial esa ambición por disipar la diferencia entre estilos, y sea como sea es una pena que termine aquí.