En un sueño, como el que cita el título de su nuevo álbum, debe sentirse Bruce. Obama ya es presidente, en su nueva gira se auguran llenazos y conciertazos como los de la anterior y, además, al menos aparentemente, su entorno es la auténtica familia feliz. Lástima que todo eso no tenga por qué traducirse en una inspiración y una creatividad a la altura de su mito. Efectivamente, aunque “Working On A Dream” arranca majestuoso con la épica “Outlaw Pete”, acaba diluido entre melodías anodinas y una instrumentación que aplaca el potencial de la E Street Band. Su trabajo anterior, “Magic”, ya apuntaba hacia la sencillez y la inmediatez del pop, pero entonces lo hacía respaldándose en un puñado de temas que, sin ser nada del otro mundo, tenían su gancho. Aquí, en cambio, predominan los cortes blandos y aburridos, mientras los salvables -apenas dos o tres- se convierten en excepción. Celebramos que el Boss siga tan activo, sobre todo en lo referente a sus directos, pero a la hora de grabar debería contenerse y esperar a tener separado el grano de la paja. Menos mal que en sus maratonianas actuaciones no caerán muchas de éstas.
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