Women + Country

De las manos de Rick Rubin, el barbudo productor con quien grabó su primer disco bajo su nombre artístico, el ya experimentado Jakob Dylan ha pasado a las del no menos prolífico T-Bone Burnett, con el que ya trabajó en uno de los álbumes de The Wallflowers. Y, ciertamente, el resultado ha sido de nuevo excelente. Una sorpresa en toda regla, a pesar del buen bagaje que llevaba, un disco que no podrán pasar por alto quienes todavía tengan prejuicios con él debido al peso que tiene un apellido como ese en la industria discográfica.

Jakob es un compositor de altos vuelos, tal y como demuestra en cada una de sus entregas, y esta vez, y sin que sirva de precedente, la ha vuelto a clavar. Con Marc Ribot a las seis cuerdas y mujeres a su lado con voces que tiran de espaldas como las de Neko Case y Kelly Hogan, ha conseguido reunir una serie de canciones que deben ser diseccionadas con mimo y minuciosidad.

Con una filosofía parecida a la de Joe Henry, mira de reojo a sus ídolos, sin dejar de ser él mismo en ningún momento. De ese modo, en la cabaretera “Lend A Hand” recuerda y mucho a Tom Waits, lo mismo que en la más atemperada “We Don’t Live Here Anymore”, o sin ir más lejos, en “Yonder Comes The Blues” nos recuerda a un relajado Bruce Springsteen a quien le mira de tú a tú.

Canciones como “Truth For A Truth”, la mejor del lote, o una “Standing Right Count” que sirve como broche de oro al disco, sí tienen su propio sello, ese que le ha ayudado a dar con una personalidad reconocible. Notable alto.