Pues sí, las canciones del dúo sevillano han ganado, si no fiereza, sí algún rasgo más animal. El aullido lacónico que en el primer álbum transmitía de algún modo lejanía ahora te hace sentir su aliento, y su voz en el hombro. Esteban Ruiz y Jose Antonio Pérez siguen siendo lobos solitarios propios de los paisajes invernales, pero el nuevo disco ya no apunta al bosque, si no que, quizá por hambre, se dejan ver por la ciudad. Temas como "Black Times" palpitan electrizantes, con ese latigazo de neón que redimensiona la belleza de las canciones de I Am Dive para firmar un álbum que ahora transcurre más al sur, más o menos hacia esas coordenadas que apuntan en la última pista del disco. Efectivamente, "Wolves" está cargado de brotes verdes, I Am Dive han dibujado el paisaje perfecto.
inapetente pretenciosidad... buena pijada se gastan