El británico está de plena actualidad: No sólo por las noticias esperanzadoras en relación a la grave enfermedad que padece -un rayo de luz, aunque todavía muy tenue-, sino por su reciente disco con Roger Daltrey, “Going Back Home”, en el que ambos celebran su legado. En este vibrante doble CD se incluyen los originales de algunas de las canciones que grabó en solitario, desde finales de los 70 y los primeros 80, fundamentalmente junto a Dylan Howe (batería) y Norman Watt-Roy (bajo) como compinches. En esencia, lo mejorcito del repertorio del guitarrista y cantante tras la disolución de su banda Dr. Feelgood: Canciones de irreductible espíritu juvenil como “Some Kind Of Hero”, “Ice On The Motorway”, “Turned 21” o “Sneaking Suspicion”. 25 torpedos de blues canalla y eléctrico y rock añejo pero totalmente vivo y atemporal, que explican por sí solas por qué Wilko es algo así como el eslabón perdido entre Bo Diddley o John Lee Hooker y el punk y la New Wave. Una clase magistral de guitarra rítmica -Strummer eligió la Telecaster por este hombre- y de estupendo rock and roll británico. Ojalá le quede cuerda para rato.
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