Beth Ditto después de oír
“Don’t Upset The Rythm (Go Baby Go)”, inevitablemente, tuvo que embutirse en un
mono de lentejuelas y llorar desconsoladamente por no haber firmado este hit
disco-funk que le hubiera ido que ni pintado. Pero tal mérito se lo debemos al
trío londinense capitaneado por la versátil negraza Shingai Shoniwa. La banda,
alejándose de los cánones de tintes indie-punk de los que hicieron gala en
aquel “What’s The Time, Mr Wolf?”, vuelve pasándose por el forro las predicciones escritas por los media
vende-humos británicos marcándose un suculento álbum que tanto mama de Diana
Ross (en la balada “Sometimes”) como de unos The Rapture aptos para las masas
(he aquí ese infalible “Saturday Night” que debería por méritos propios romper
las pistas de baile). Si Amy Winehouse no padeciera el síndrome de abstinencia
y algún hipotético día se decantara por engalanar sus composiciones con unos
buenos guitarrazos, seguramente nos encontraríamos con algo similar a “Never
Forget You”. Pero a pesar del bajón de revoluciones que suponen “24 Hours” o
“Cheap Kicks”, “Wild Young Hearts” contiene los justos pildorazos necesarios para que les demos una
oportunidad en esta nueva etapa de aires mainstream que se han marcado.
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